La Diócesis abre a las visitas San Mateo y el convento de las Jerónimas

La iniciativa ofrece a los visitantes la posibilidad de acceder a un ‘pack’ turístico exclusivo que incluye la visita a tres enclaves singulares: la iglesia de San Mateo, la ermita de la Paz (abierta al público desde abril) y el Convento de las Jerónimas, por un precio conjunto de cinco euros. Las entradas pueden adquirirse tanto en la ermita de la Paz (Plaza Mayor) como en la Preciosa Sangre (Plaza de San Jorge).

La iglesia de San Mateo es una joya del siglo XVI con una historia constructiva que se extiende durante más de tres siglos. Se levanta, posiblemente, sobre los restos de una antigua mezquita y fue, durante la Edad Media, uno de los centros religiosos y sociales en torno a los que se asentaron las principales familias nobiliarias de Cáceres.

Destaca su portada plateresca, con medallones de San Pedro, San Pablo y San Mateo, obra del escultor Guillén Ferrant. En el interior, los visitantes podrán contemplar el retablo mayor, realizado por Vicente Barbadillo en 1766, y la capilla de los Sande, actual sacristía, con una magnífica bóveda de crucería estrellada.

Los muros albergan sepulcros de linajes como los Ovando, Golfines, Paredes o Saavedra. Un punto imprescindible de la visita es su torre, que alberga el reloj más antiguo de la ciudad, trasladado desde la Torre de Bujaco para que su sonido llegara a todo Cáceres.

En cuanto al Convento de las Jerónimas, se trata de un monasterio barroco del siglo XVII que destaca por su fachada con los escudos de Felipe II, la Orden Franciscana y la ciudad de Cáceres.

Levantado sobre el solar de un antiguo hospital franciscano, fue desamortizado en el siglo XIX y posteriormente recuperado en 1974 por la comunidad de religiosas Jerónimas, que aún lo habitan. Es famoso por los dulces artesanos que elaboran y venden a través del tradicional torno.

Las visitas estarán disponibles jueves, viernes, sábado y domingo, previo concierto del horario en el momento de compra, ya que el acceso está sujeto a la disponibilidad de los espacios y al respeto por las celebraciones litúrgicas. Además, los visitantes contarán con personal especializado que ofrecerá acompañamiento y explicaciones durante el recorrido.

Cáceres ya recuperó para el turismo el próximo mes de abril c la ermita de la Paz, ubicada en la Plaza Mayor y adosada a la emblemática Torre de Bujaco. Forma parte también del proyecto piloto de la Diócesis de Coria-Cáceres para promover el conocimiento del patrimonio histórico y religioso y su conservación.

La ermita, originalmente dedicada a San Benito, fue reconstruida en el siglo XVIII en estilo barroco. Se sitúa junto al lienzo occidental de la muralla monumental de Cáceres, en el acceso al entorno amurallado. Su característico pórtico de tres arcos de medio punto sobre pilares de sillería está coronado por una cubierta de ladrillo, y las rejas que lo cierran, elaboradas por Juan de Acedo en 1756, lucen los monogramas de Cristo y de la Virgen María.

El interior de la ermita, de dimensiones reducidas, alberga un retablo barroco presidido por una imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, esculpida por Pedro Correa de 1736.