Diez años de la postal más navideña de Cáceres

Una granizada, intensa, de unos 15 minutos fue la causa. “La intensidad tuvo valores altos, pero no fue excepcional”, analizó el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Marcelino Núñez.

‘Blanca Navidad en Cáceres’, tituló en portada el Diario HOY. Era llamativa la imagen de la Plaza de América con un blanco reluciente en la Cruz, con un turismo, en la foto que captó Alejandra Núñez, tratando de abrirse camino a duras penas. El espectáculo del deshielo en las calles con mayor pendiente como Argentina o Juan XXIII también resultó muy llamativo. Se vieron aquella mañana navideña bancos rodeados de granizo y palmeras teñidas de color blanco, pero además de las fotos estaba la otra cara, la de los daños materiales y las molestias.

Conyser, la concesionaria de limpieza, tuvo que incorporar a cuatro equipos de refuerzo, tal y como recordaba su jefe de operaciones, Jesús Morán, que vivió un día intenso aquella Navidad de 2012. La empresa mantuvo a 38 profesionales de servicio en las calles.

La tormenta de granizo fue corta e intensa y tuvo sus efectos, aunque nunca tan desoladores como la de septiembre de 2010 en la zona de San Blas. Por eso los vecinos de la barriada amanecieron con el susto metido en el cuerpo al ver la que estaba cayendo.

“San Blas parecía un río otra vez. El granizo tapaba las ruedas de los coches”, contó entonces Ricarda Martín. Otro vecino, José María Mendo, se despertó sobresaltado y temió lo peor. En 2010 el cielo raso de su casa cedió.

Lo mismo pasó con el concesionario Renault de Aldea Moret en la tormenta de dos años después. Sucedió en el taller de reparaciones y el expositor. Techos destrozados, láminas de la construcción sobre los vehículos... Las aseguradoras tuvieron que hacer su trabajo. Hubo más negocios afectados como un taller o un bazar chino de la avenida de la Constitución.

En la delegación regional de la Aemet indicaron que hubo 48 litros por metro cuadrado a las 7.10 horas del día de Navidad de 2012. “Toda intensidad por encima de 40 es un valor alto”, refrendaba Marcelino Núñez, el responsable.

También aclaraba que no es que cayeran 48 litros de golpe. Fueron en realidad 23 litros por metro cuadrado en todo el día y ocho litros en los 10 minutos más fuertes de la tormenta. La explicación científica de lo sucedido era que la nube de esa precipitación “se puso en una zona de mucha inestabilidad” y pudo estar “entre 20 y 30 grados bajo cero” y probablemente a más de cuatro kilómetros de altura. El resultado fue una postal navideña en Cáceres en pleno 25 de diciembre.