Cáceres 2031 intenta revivir la ilusión de una candidatura que falló en 2016

El pasado lunes durante la recepción de los ministros de Cultura de la UE la presidenta María Guardiola confirmó públicamente, de forma breve y en inglés, que Cáceres opta a ser Capital de la Cultura en 2031. Los días previos el alcalde, Rafael Mateos, había abordado el asunto sin dar una respuesta en firme sobre sus intenciones, asegurando que solo se haría de acuerdo con el resto de instituciones. El día siguiente a este pistoletazo de salida dado por Guardiola ya anunció que se va a crear un grupo de trabajo para empezar a trabajar en la candidatura. Falta algo más de siete años para que arranque 2031, aunque para el plazo más inmediato, el de la presentación de la candidatura, no está demasiado lejos: será en 2025 cuando habrá que oficializar esta aspiración y dar a conocer las líneas fundamentales del trabajo.

¿Hay ilusión o miedo ante este propósito? Las primeras reacciones entre los grupos políticos municipales son de apoyo casi unánime a que la ciudad se embarque nuevamente en una carrera que pretende que, durante todo un año, que esta ciudad brille en el panorama cultural europeo junto a otra localidad de Malta.

Belén Fernández Casero, la portavoz municipal del PSOE valoraba ayer el paso que se ha dado y cree que Cáceres cuenta buenas cartas para entrar en liza en esta competición. «La ciudad ha mejorado en los últimos años en gestión cultural, agenda y preservación del patrimonio», apuntaba la concejal socialista. Valora la reciente visita de los ministros de Cultura de la Unión Europea que «se han fijado en Cáceres», lo cual, como repitió el ministro Iceta, confiere «una ventaja» a la ciudad sobre las otras candidatas. Para Fernández Casero el hecho de que Cáceres cuente con el Museo Helga de Alvear y con contribuciones como la de José Polo y Toño Pérez a través del restaurante Atrio, que en 2010 abrió en la plaza de San Mateo, es algo que le da muchos puntos. «La situación de Cáceres ha cambiado y ya está en el mapa», remarca. En cuanto a la frustración por cosechar un segundo 'no', cree que la ciudadanía tiene un sentimiento «de orgullo» por su ciudad y que esta puede ser una ocasión para generar una nueva ilusión a través de una sociedad unida y, como sucedió en el anterior tentativa, sin intereses partidistas.

Desde el grupo municipal Vox su portavoz, Eduardo Gutiérrez, reconoce que es un tema tan reciente que «todavía no nos hemos sentado hablarlo», pero que, de entrada, le parece una buena idea. «Lo veo con buenos ojos porque puede servir para potenciar la cultura y que la ciudad adquiera renombre a nivel internacional», indica Gutiérrez. «Todo lo que sean iniciativas y que haya movimiento le viene bien a la ciudad».

Con algún reparo más ve Unidas Podemos este propósito. «El fracaso de 2016 creó una frustración con la que hay que tener cuidado», indica Consuelo López Balset, la portavoz de este grupo en el Ayuntamiento. «Deben calibrarse bien las posibilidades reales que tiene la ciudad y analizar quien se presenta para ver si merece la pena». Su postura es, por tanto, de cautela.

La candidatura de Cáceres 2016 se anunció en 2003, siendo alcalde el popular José María Saponi. En 2004 empezaron las primeras acciones, como la convocatoria del logo de la candidatura, que permitió lanzar marketing y merchandising. Uno de los asuntos que supuso un mayor esfuerzo fue dar forma a la estructura para manejar la capitalidad. No fue hasta 2006 hasta que se creó el Consorcio Cáceres 2016. Ese fue el momento en que el proyecto toma una dimensión regional, ya que en él se implica la Junta de Extremadura, las dos Diputaciones, las fundaciones Academia Europea de Yuste y Cáceres Capital, Caja Extremadura y Caja Badajoz y la Universidad de Extremadura.

Tras las elecciones de 2007 se producen cambios en el tablero político. La socialista Carmen Heras logra un pacto con Santiago Pavón, de IU, y con Felipe Vela, del partido Foro Ciudadano. Vela se convierte durante menos de dos años en el presidente ejecutivo de Cáceres 2016 que, además de articular acciones culturales promueve cambios en el urbanismo de la ciudad, algunos tan visibles como la obra de la Plaza Mayor.

Tanto a Carmen Heras como a Felipe Vela les parece adecuado que Cáceres se plantee de nuevo esta meta. La que fue alcaldesa de la ciudad entre 2007 y 2011. «Las ciudades y los países tienen la obligación de intentar poner en marcha proyectos que creen una motivación», indica. «A pesar de que quedamos eliminados nunca lo vi negativo, fue un movimiento unánime, estábamos todos implicados, no había colores políticos», cuenta cuando se cumplen 13 años de aquel descalabro mítico. Para ella el camino fue fructífero, «satisfactorio» y la ciudad se enriqueció. «Tuvimos muchos congresos, la hostelería fue para arriba». Cita que la Semana Santa logró posteriormente el título de Interés Turístico Internacional. «Todo tiene que ver con todo».

Para Felipe Vela también es una buena noticia que Cáceres vuelva a echarse para adelante «Entiendo que es imprescindible, que es un aliciente y se debe intentar», señala este político, que en las pasadas elecciones de mayo se presentó como candidato a alcalde por Levanta Cáceres. Vela cree que proyectos de estas dimensiones atraen inversiones para la ciudad y también que elevan los ánimos colectivos. Y cita también a Atrio, «a José y Toño», como personalidades carismáticas que pueden ayudar a hacer fuerte la candidatura.

Vela da un consejo y es que no se empiece desde cero y que se aproveche todo el trabajo hecho para la anterior candidatura. Alude al plan director sobre el que se trabajó y que puso las bases de una regeneración urbanística, algo que, a diferencia de las programaciones culturales, que pueden ser más fugaces, permanece para siempre en la ciudad. Recomienda también que el órgano que se cree tenga «la autonomía necesaria» y que la gente que se implique, «crea en ello».