Aparecen los galardones de menor valor sustraídos al Banco de Alimentos de Cáceres
Los voluntarios han encontrado algunos de los trofeos desaparecidos en la madrugada el miércoles esparcidos por el recinto, aunque las medallas de Cáceres y Extremadura así como la Tenca de Oro siguen en paradero desconocido
Mientras la Policía Nacional investiga el robo cometido esta semana en el Banco de Alimentos de Cáceres, los voluntarios de la organización han hallado algunos de los galardones desaparecidos esparcidos por el recinto, según ha confirmado Juan Carlos Fernández Rincón, presidente del colectivo benéfico. En concreto, se han encontrado el premio Torta del Casar concedido al Banco de Alimentos en 2020, el Premio Derechos Humanos otorgado por la Asamblea de Extremadura en 2012 y una estatua de Francisco Pizarro procedente del Consistorio trujillano. De momento, siguen en paradero desconocido las medallas de Cáceres y Extremadura, así como la Tenca de Oro, que son las condecoraciones más valoradas por el Banco de Alimentos.
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Según detalla Juan Carlos Fernández Rincón, lo primero que han encontrado ha sido la estatua de Francisco Pizarro, realizada en calamina. «Estaba hecha trozos», destaca. Este hallazgo ha llevado a los voluntarios a inspeccionar todo el recinto y segar la parcela. Y así es como han aparecido los trofeos restantes. En unos casos estaban en el suelo y en otros, sobre el tejado del edificio anexo al silo en el que se encuentra el almacén del Banco de Alimentos.
Por otro lado, Fernández Rincón avanza que será el lunes cuando se dirija a la Comisaría de la Policía Nacional para interponer la denuncia correspondiente. Desde el momento del robo, cuenta, ha estado recopilando la mayor información documental posible para presentarla ante la Policía. Tanto el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, como el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, han anunciado que entregarán una nueva medalla a la institución.
Los hechos ocurrieron en la madrugada de este miércoles, cuando el autor o autores del robo accedieron al Banco de Alimentos, situado en Aldea Moret, desde un terreno anexo de Renfe. Desde aquí hicieron un agujero en la alambrada por el que entraron al recinto. A continuación, forzaron la reja que protegía la ventana que da a la sala de reuniones, donde se encuentra la vitrina de los trofeos, y rompieron el cristal. Esta sala se encuentra en la zona más escondida del recinto y no se puede ver desde la fachada principal del edificio.
La Policía Científica se desplazó hasta el escenario de los hechos para recoger pruebas y visionar las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en el edificio. Según la información facilitada a este diario, los investigadores del caso descartan que los objetos sustraídos puedan tener salida en el mercado por su poco valor económico y atribuyen el hurto a «una chiquillada».
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