¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?
Migrantes a las afueras del hotel de la carretera de Sevilla, donde fueron alojados, en una foto de enero. Arnelas

Una veintena de los 55 subsaharianos ya vive en pisos alquilados de Badajoz

Llegaron en patera a Canarias hace año y medio y uno de ellos ha encontrado trabajo y otro está de prácticas seis meses después de recalar en Badajoz

Martes, 13 de mayo 2025, 20:36

En diciembre del año 2023 llegaron a España en patera a través de Canarias y un año después se bajaron de un autobús en Badajoz ... 55 migrantes subsaharianos. Casi seis meses después, ya hay 21 de ellos alojados en grupos de cinco o seis personas en diferentes pisos de alquiler por la ciudad. Son los únicos que han abandonado por tanto el hotel Oriana, situado en la N-432 a siete kilómetros del centro, lo que motivó sus quejas el pasado mes de enero.

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La oenegé que gestiona su estancia en Badajoz, Provivienda, entiende que alejarlos del centro no es lo deseable pues no facilita su integración, y asegura que en breve los 34 restantes abandonarán ese hotel de la carretera de Sevilla, en cuyo descampado exterior los ven muchos pacenses sin nada que hacer desde hace meses. «Son chicos jóvenes que han venido para salir adelante y es frustrante para ellos ir un centro colectivo en centro colectivo», explica Dámaris Barajas, representante de esta entidad.

Se trata de personas de entre 20 y 35 años procedentes de países como Malí mayoritariamente, pero también de Mauritania, Ghana o Senegal. Son todos varones y sin hijos y cuyo estatus en España, a la espera de que el Gobierno resuelva o no su solicitud de asilo, les permite trabajar y emanciparse, ya que gozan de 'protección internacional' actualmente.

«Cuando hay una repentina apertura de plazas los hemos de alojar en hoteles (allí comen además de dormir), pero lo deseable es que estén en pisos de alquiler y sean lo más autónomos posible, pero la realidad es que la búsqueda de vivienda para ellos no es sencilla. El mercado residencial está tensionado y en Badajoz ha habido rechazo a participar en un programa como este», explicó Barajas, de Provivienda, una de las entre 20 y 30 entidades que trabajan con el Gobierno para organizar las oleadas de migrantes a través de cupos repartidos por toda España. Ella habla claramente de «racismo» y cita informes que aseguran que el 66% de las inmobiliarias reconocían aceptar cláusulas racistas y según el último informe ese índice es ya del 99%.

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En un principio, indica Barajas, esas viviendas alquiladas se ponen a nombre de Provivienda, pero lo ideal es que en un futuro puedan alquilarlas cada persona a su nombre, aunque ellos les hagan el acompañamiento, y sean totalmente independientes ganándose la vida por su cuenta. Hasta el momento reciben una asignación para necesidades básicas que depende de un estudio particular que un equipo de apoyo hace de cada caso, cantidad económica que el Ministerio de Migraciones no quiere que se divulgue.

Asignación económica

Cuando viven en el hotel esa asignación, según los usuarios, rondaba los 50 euros, dinero que solían gastar en autobús y para necesidades personales, ya que tanto la ropa como la manutención está cubierta y desde la entidad aseguran que cuando llevan chanclas es por elección propia puesto que hay calzado a su disposición. También señala que el menú se adapta en todo momento a su religión musulmana y que algunas tensiones que hubo en un inicio con el personal del hotel ya se han resuelto.

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Cursos para buscar empleo

En ese camino hacia la autonomía, Provivienda afirma que «su vida poco a poco ha empezado a normalizarse». Barajas cuenta que hubo reunión con empresarios de la zona. «Fue productiva porque mostraron necesidad de cubrir puestos de trabajo. Por eso ha habido formación para el empleo y han hecho cursos con organizados por la Cámara de Comercio en ámbitos de la energía renovable, para ayudante de camarero o en el sector de la paquetería». Como consecuencia, ya hay una persona de las 55 que ha encontrado trabajo, otra persona está en prácticas y varios de los restantes están pendientes de conversaciones con el sector agrario por si hubiera empresarios que necesiten mano de obra, explican desde Provivienda. Cuando consiguen un empleo, añaden, ya abandonan la plaza por la que el sistema los asiste durante un periodo de 18 meses.

En ese tiempo intentan conseguir asilo, para lo cual son entrevistados por funcionarios del Ministerio del Interior. «Con los malienses va más rápido, por ejemplo cuatro meses, y con los senegaleses más lenta, incluso un año, lo cual les genera incertidumbre para planificar», indican desde la oenegé.

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Hay que saber que antes de recalar en Badajoz pasaron por otro centros en España, la mayoría en Cartagena, Murcia o Córdoba. Esto les ayudó a generar sus propias redes. Otro cambio desde su llegada es que a día de hoy, de esos 55 algunos se han marchado de Badajoz a poblaciones como Murcia o Zaragoza, por lo que otros más han llegado para cubrir el cupo al completo.

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