Termina una feria de Badajoz con menos público y pocas ganas de gastar
Feriantes y hosteleros de Caya y el Casco Antiguo notan una bajada de ventas, que suben en Valdepasillas
Cada uno cuenta la fiesta como la vive, pero la mayoría de los feriantes y empresarios que han apostado por San Juan apuntan a menos ... público que en 2019 y pocas ganas de gastar tanto en Caya como en el Casco Antiguo.
Publicidad
La caseta municipal calcula una bajada del 15% con respecto a años anteriores, mientras que en Tendido 22 reconocen que esperaban «un poquitín más».
Si hay una caseta característica es la del Quinto Pino. Alex Bernal cree que el Ayuntamiento fomenta la feria de día, lo que retrasa la llegada de clientes al recinto y las casetas se ambientan más tarde. Defiende que no es un problema de precios porque las copas cuestan igual que en cualquier otro negocio nocturno: 6,50 euros. «Pero hay menos ganas de gastar».
En el Casco Antiguo, en cambio, valoran que el Ayuntamiento potencia Caya y deja de lado al centro. Es lo que opina Laura García, de Carmen Gastrobar. Ella no puede quejarse de la marcha de su establecimiento, pero lanza un SOS a favor del resto. Opina que «el Ayuntamiento no se implica en nada» y así las calles no respiran ambiente de feria. «Por no poner, no pone ni farolillos».
A Julián Monge, del Silencio, le ocurre igual. Asegura que ha habido movimiento a diario, pero estima que es necesario sumar entre todos para atraer más público. Aboga por una colaboración entre vecinos y hosteleros que impulsen las fiestas en el centro. Al Ayuntamiento, en cambio, le pide más claridad en la normativa. Si el bando recogía que se podía poner «música ambiental» hasta las 20 horas, a él se le presentó la Policía Local el domingo 19 sobre las 18 horas por una actuación. Como el resto, nota que los pacenses han ido más justos en el gasto.
Publicidad
«La feria ha traído un poco más de negocio, pero no ha sido explosivo», añade José María Pérez, de la plataforma SOS Hostelería.
El concejal de Ferias y Fiestas, Francisco Javier Gutiérrez, cree que ha habido menos pacenses en los dos lados, lo achaca a que las familias afrontan un día a día más caro y les queda menos dinero para gastar. Aun así, afirma que 280.000 personas han pasado por el ferial en los cinco primeros días.
Gutiérrez agradece a los empresarios su apuesta, teniendo en cuenta la incertidumbre municipal con los problemas de policía y los retrasos en la contratación de fuegos artificiales y alumbrado. Todos estos inconvenientes los cita el PSOE, que considera que San Juan ha estado «lleno de sobresaltos y flojo».
Publicidad
En el desmontaje de casetas, ayer, había representantes de comida y bebidas que apuntaban a esa incertidumbre en la organización. Esos retrasos hicieron que bastantes grupos reservaran con antelación en negocios de la ciudad y señalan que han subido las ventas en Valdepasillas. De ahí las bajadas en las comidas del ferial, aunque el consumo nocturno ha sido similar al de 2019.
Estos mismos representantes notan un repunte en los puestos que se extienden junto a los cacharritos. Como la hamburguesería 'El Abuelo Godino', que trae a 14 personas desde Jaén. Su especialidad es la hamburguesa 'Abuelo', que lleva carne, tortilla, queso, lomo adobado, bacon, lechuga, tomate, cebolla y mayonesa. «Tiene cuatro pisos, como las de Homer Simpson, y son 6 euros. No es caro», dice Antonio Godino, la tercera generación de un negocio que acumula 60 años de vida. «Con 15 euros como una pareja». Los 14 empleados se van satisfechos.
Publicidad
Menos contenta se marcha María del Mar Costa, que vende algodones de azúcar a tres euros.
Desigual balance
El balance las atracciones es desigual. «Ha sido bastante decepcionante, esperábamos muchísimo más porque Badajoz es una ciudad bastante grande. La gente pasaba, pero no quería gastar dinero. Prefieren ir a la discoteca y comer» que lanzar dardos a 3 euros con regalo seguro, dice Álvaro Ramos. «Ha sido el peor año».
«Nos ha ido fatal», valoran desde Aladín, una atracción a 3,50 euros el viaje. «Ha venido poca gente y ha venido bajo mínimos», dicen José Manuel Píriz y Juan Ramón Carrasco. En el tren de la bruja, que ayer desmontaba Federico Pérez para volver a hacerlo rodar en Olivenza, hacen un balance más positivo. «Para como están las cosas, vamos tirando». En el Ratón Vacilón no tenían quejas.
Publicidad
Sin embargo, quienes venden ropa y complementos a las puertas de la feria recogen con desánimo. «Este año ha sido el peor. Entre la poca gente, el tiempo y las pocas ganas de gastar, los 28 puestos nos vamos mal».
El circo Alaska, con 50 empleados, también esperaba más. Creen que la bajada de temperatura desanimó a las familias, que son su público. Los niños entran gratis, los padres pagan entre 15 y 40 euros. El precio retrae a los pacenses si, además, el Consistorio organiza espectáculos gratis, como el Cantajuegos. Ellos, en cambio, tienen que pagar tasa municipal.
Noticia Patrocinada
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión