Violeta Vahi, de la tienda Silbon en un comercio de Menacho. P. ACEITÓN
Comercio en Badajoz

Menacho sufre el cambio climático

La venta de prendas de abrigo se ve afectada por las altas temperaturas de este otoño en la ciudad

Paloma Aceitón

Badajoz

Domingo, 1 de octubre 2023, 07:48

Olas de calor, anticiclones o la llegada del 'veranillo de San Miguel'. Sea cual sea el origen de las altas temperaturas en esta época del ... año, la consecuencia no cambia: la bajada de temperaturas se pospone cada vez más.

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Debido al clima actual, los hábitos de los pacenses están en constante cambio. Esto se ve reflejado por ejemplo en el turismo de playa más tardío y en las estaciones difusas que provocan que el cambio de armario se retrase. El efecto de las altas temperaturas se evidencia en la venta de prendas de futuras temporadas, algo que los comerciantes de la ciudad sufren en primera persona.

«Octubre antes era un mes en el que ya vendíamos ropa de invierno, pero ahora las temporadas empiezan más tarde y es imposible. Hasta noviembre no empezamos a mover prendas de invierno, el acopio se ha retrasado inevitablemente, porque no hay necesidad», explica Jesús Redondo, empleado de Urban Tailor, una de los comercios de la calle Menacho enfocados a la moda masculina.

Esta tienda dirige parte de sus colecciones de trajes para eventos. «Históricamente se han hecho más celebraciones en los meses de julio y agosto. En los últimos años, la gente huye de las temperaturas extremas y encuentran en septiembre y octubre también buen tiempo», añade.

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María Norma Gordo, trabajadora en la tienda de ropa infantil Raffaello, avala las palabras de Redondo en lo que a cambio de hábitos se refiere: «Para el día a día cada vez se compra menos ropa de invierno. Las ventas que hay de prendas abrigadas es destinada a regalos, el resto piden ropa de verano. Tenemos todo el stock en el almacén, pero no lo sacamos a la tienda porque no hay demanda».

«Si no se venden las prendas, no quedará otra que poner el stock en rebaja»

Alejandro Venera

Empleado en Silbon

Quienes tienen la opción se decantan por no traer colecciones abrigadas. «La gente solo pide ropa de sisa, mangas cortas y tirantes. Como ahora no se sabe cuándo empiezan y cuándo terminan las temporadas, se sigue llevando ropa de verano, así que no hemos traído todavía ropa abrigada», afirma Yolanda Antúnez, empleada en la boutique Raquel.

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«La demanda que tenemos es de prendas ropa fina y corta porque con este calor es imposible ponerse algo de otoño o invierno. Hay alguna venta puntual de manga larga pero como previsión por si bajan las temperaturas, no porque vaya a utilizarse. El problema es que nosotros tenemos que exponer todo lo que recibimos, y ya han llegado las prendas de entretiempo», confirma Esther Salgado, trabajadora del outlet Milha.

El problema de stock afecta principalmente a las franquicias, donde reciben las colecciones a nivel nacional y no pueden detenerlas ni posponerlas.

«Con estas temperaturas no vendemos. El otro día se llevaron una bufanda y me sorprendió. Tenemos el problema de no poder cambiar las temporadas porque al ser una franquicia las colecciones que nos llegan son las mismas que a otros puntos de España y en Badajoz no hace la misma temperatura que en Galicia ni que en Madrid», reclama Isaura Duarte, dependienta de Natura.

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Stock de sobra

Esta situación de exceso de stock por las ventas escasas lo respaldan Alejandro Venera y Violeta Vahi, empleados en Silbon: «Notamos el problema desde que comenzó septiembre. Hemos tenido que darle un toque más fresco a la tienda con camisetas y polos en las paredes porque las colecciones se hacen en previsión de un año y no se pueden cancelar. Nos llegan las prendas y si no se vende, no quedará otra que poner mucho stock en rebaja», coinciden.

Algunos, aunque escasos, son los comerciantes que, a pesar de la subida de temperaturas, no perciben una bajada en las ventas. «Todos los años es igual, las ventas se mantienen. Aunque si el calzado es muy abrigado, solo se compra si es un capricho», comenta María del Carmen Tinoco, propietaria de una de las zapaterías de la calle comercial.

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Natalia Torres, trabajadora en el comercio Lola Ruíz, concuerda con Tinoco en que la campaña continúa como de costumbre: «Como empezó a refrescar por las noches, se están vendiendo algunas prendas de entretiempo, no nos está afectando la venta».

Se suman a estos comercios sin problemas aquellos cuya demanda no depende de las temperaturas, sino de las tendencias estilísticas. Maribel Rodríguez explica desde Pronovias que las solicitudes que ellos reciben «no se ven afectadas por el clima». «Hay novias que usan mangas y capas largas en agosto porque es tendencia. La única diferencia ahora es que aquellas que usan vestidos frescos en octubre a veces tienen un complemento por si refresca», detalla.

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A pesar de las pequeñas discrepancias entre comerciantes, los compradores lo tienen bastante claro: no compran abrigos hasta que no llegue el frío definitivo.

«Ponerse un jersey de cuello alto o una simple rebeca con estas temperaturas es imposible. Vemos las colecciones de la próxima temporada pero el tema de comprar está estancado. No he hecho el cambio de armario y seguimos utilizando la ropa de verano», afirma María Luisa Palacios, una habitual en la calle Menacho.

Colección de verano

Carmen Portillo, otra pacense que acostumbra a comprar en los comercios de la zona, ha variado su hábito este año: «Si hay alguna oferta, me lo pienso, pero con este calor no compro nada de ropa para la próxima temporada. Me gusta la moda, pero como mucho, compro prendas de verano o entretiempo por el calor».

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«Todavía uso ropa de verano. Estoy esperando, pero hasta que no llegue el frío, no pienso adquirir prendas de nuevas temporadas», concuerda la compradora Marisa Santos.

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