«Que limpien los arroyos porque sigue dando miedo cuando llueve»

Es el caso de Lucía Montero, presidenta de la Asociación de Vecinos de Antonio Domínguez. Explica que las personas mayores del barrio siguen teniendo miedo cuando el nivel de los arroyos sube. «Me piden que se limpien para que el agua corra más».

El contrato de mantenimiento de los parques Rivillas y Calamón incluye la limpieza de los cauces, pero solo se lleva a cabo una vez al año, según explican los vecinos. «El Calamón está lleno de vegetación y cuando llueve mucho, el agua no corre. Es un peligro», se lamenta Lorenzo Mata, vecino del Cerro de Reyes.

Lucía Montero añade que la limpieza de la vegetación también es importante para evitar malos olores e insectos. «En verano, si paseas por allí, te llenas de picotazos», se lamenta la representante de los vecinos de Antonio Domínguez.

En cuanto a los malos olores en el Rivillas y el Calamón, la principal causa son los vertidos de aguas fecales que se producen en la zona. Se deben a que las estaciones de bombeo del área de San Roque se han quedado pequeñas y necesitan una ampliación. La obra está adjudicada, pero no ha comenzado.

Otra cuenta pendiente en los parques es la renovación de las zonas infantiles. Están muy deterioradas y en algunos casos apenas se usan por el mal estado.