Endesa achaca los apagones del Gurugú en Badajoz a plantaciones de marihuana
Los vecinos denuncian que llevan diez días quedándose sin luz todas las noches, por lo que muchos no tienen calefacción
Una plantación de marihuana gasta 80 veces la electricidad de una vivienda normal y lo hace 24 horas al día. Las plantas exigen calor constante para crecer. Para lograrlo, los que las cultivan colocan lámparas de gran potencia. Con el frío de estos días, las lámparas deben trabajar al máximo de su capacidad y pueden provocar que la red se sobrecargue. Es lo que ocurre en el Gurugú, cuyos vecinos denuncian que llevan diez días sufriendo apagones todas las noches.
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Desde la empresa responsable del suministro, Endesa, explican que las incidencias en el Gurugú se deben a sobrecargas en la red. Indican que, en la mayor parte de estos casos, se deben a las plantaciones de marihuana. También a los enganches ilegales.
En este caso creen que se debe al primer problema y están trabajando con las fuerzas de seguridad. El objetivo es localizar las plantaciones y cerrarlas. Es la única forma de evitar la sobrecarga de la red.
Desde Endesa indican, además que estas plantaciones 'indoor', es decir, en interior, aumentan su gasto de electricidad debido al frío. En ocasiones deben añadir más lámparas u otros medios para calentar las salas donde están las plantas. A esto se une, como es normal, que las viviendas normales también aumentan su gasto por la calefacción.
Ejemplo
Para los vecinos de la zona no es una sorpresa la causa de los apagones. Apuntan a que hay muchas plantaciones en el barrio. El último caso conocido saltó en agosto. Entonces la Policía Nacional detuvo a un hombre en un piso de la avenida Padre Tacoronte como presunto autor de un delito contra la salud pública.
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El detenido, de 27 años, tenía en la casa 300 plantas de marihuana ya cortadas y 12 sin cortar, con un peso de más de 40 kilogramos, que vendidos en dosis podría alcanzar un valor de 240.000 euros.
Los vecinos piden soluciones inmediatas. María José García Martins vive en un piso con sus dos padres, que son mayores. «Tengo que darles de cenar y acostar a las siete de la tarde porque todas las noches se va la luz a las nueve de la noche y no vuelve hasta la madrugada. Mis padres no pueden moverse por la casa a oscuras y hace mucho frío», indica esta vecina. La mayor parte de las viviendas de este barrio depende de braseros eléctricos o sistemas similares para calentarse, por lo que las interrupciones del suministro les dejan sin medios.
Otro problema son los residentes más mayores. «Yo tengo un vecino que tiene una máquina que le ayuda a respirar. El otro día no sabía que hacer y llamó a la policía, pero ellos tampoco pueden hacer nada. La gente necesita esas máquinas», demanda García Martins.
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Si los apagones no acaban de inmediato, los vecinos del Gurugú han anunciado que se movilizarán a las puertas del Ayuntamiento para dar visibilidad al problema que sufren en su barrio.
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