Una comida que ha esperado por ocho años
Los alumnos del Colegio Luis Vives en Badajoz estrenan su comedor escolar tras casi una década de retrasos
María Isabel Hidalgo
Badajoz
Martes, 10 de octubre 2023, 07:11
Desde que Margarita Gil se puso al frente de la dirección del colegio Luis Vives, en el año 2015, uno de los proyectos en los ... que más ha trabajado ha sido la creación del comedor escolar. «Nos ha costado mucho conseguirlo y es importante porque tenerlo o no limita a las familias a la hora de elegir centro», cuenta la directora.
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Después de ocho años con el proyecto sobre la mesa los padres pudieron dejar ayer a comer a sus hijos en el comedor. «Lo necesitaba por la conciliación familiar, por tema de trabajos llevábamos años haciendo malabares para poder ir a por los niños a la hora de la comida», afirma Emilio Gamero, padre de dos alumnos.
«¡Qué pasada, ¡Qué chulo!», eran las exclamaciones que se escuchaban a los pequeños de infantil cuando entraron en el comedor.
Una sala que equipada con mesas sillas y una pequeña cocina que tienen capacidad para 78 alumnos. «Las plazas para las que se crea el comedor son gratuitas, si hay que ampliar tendríamos que hacer otro turno y este deberían costearlo los padres», explica Gil.
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Precisamente la llegada del mobiliario ha sido el motivo por el que el comedor no ha comenzado a funcionar en el mes de septiembre.
Un retraso de un mes que es insignificante para el centro comparado con los retrasos que ha sufrido su edificación. «Por la crisis económica y la pandemia nos retrasaron el proyecto, que se ha tenido que modificar dos veces y aún así la obra no se ha llevado a cabo como estaba sobre el papel», cuentan.
La idea que tenía el centro era la de construir el salón del comedor en una segunda planta. Una medida para ahorrar espacio, ya que el centro cuenta con 198 alumnos matriculados de Infantil y Primaria.
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Finalmente el comedor se ha construido en un pequeño parque que había en el patio, por un precio mucho más elevado al inicial debido a que en los últimos años el coste de materiales es mayor al que se contempló en el proyecto inicial realizado en 2015.
Menús escolares
Los nervios y la ilusión desbordaron ayer a todos los trabajadores del colegio, incluida la coordinadora del comedor, Marisol Antonio. «Tengo diez años de experiencia, pero me hace mucha ilusión estar hoy aquí con los niños, que por primera vez comerán en el colegio».
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Esta trabajadora de Serunion, la empresa de catering que distribuye el menú diario, es la encargada de preparar las mesas. Sopa de arroz, filetes de lomo y fruta fue el menú que les recibió en su primer día, un plato que fue del gusto de la mayoría. Alguno más rebelde optó por salir corriendo porque no le gustaba demasiado. «Al principio les cuesta adaptarse, pero en una semana están acostumbrados», señaló la coordinadora del servicio.
La clave para que los niños coman de todo está en no obligarles a comer el plato completo. «La ensalada es lo que más se les resiste, por ello lo importante es conseguir que prueben cosas, así es como descubren si les gusta la comida», explica.
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Marisol no está sola en el comedor, cuenta con la ayuda de cinco monitores, uno por cada 20 alumnos. Además, el centro ha solicitado uno más para que esté al cargo de los niños que tienen características especiales, como puedan ser las alergias, por una parte, y las necesidades ed
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