Gabino Diego que interpreta a Quino en 'La curva de la felicidad'. HOY

Gabino Diego en Badajoz

«La comedia es un género muy serio, es muy difícil hacer reír de verdad»

El reconocido actor que obtuvo un Goya en la década de los 90 estará en el teatro López de Ayala con una obra basada en el humor

María Isabel Hidalgo

Miércoles, 8 de marzo 2023, 20:13

Gabino Diego Solís (Madrid, 1966) se subió por primera vez a un escenario en una obra de teatro del colegio Nuestra Señora del Recuerdo, donde ... cursó primaria. Su pasión por la música le llevó a tocar la guitarra en el metro de Madrid y su primera oportunidad en el cine le llegó con Jaime Chávarri en 'Las bicicletas son para el verano'. Después le llegaron papeles como 'Amanece que no es poco', 'La hora de los valientes' o '¡Ay Carmela!' que le valió un Goya, premio al que ha estado nominado en cinco ocasiones. Tras filmar más de una veintena de largometrajes, su carrera en estos momentos se encuentra enfocada al teatro. 'La curva de la felicidad', dirigida por Josu Ormaetxe es la comedia en la que se encuentra inmerso en estos momentos y que llega al Teatro López de Ayala este viernes 10 de marzo.

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–Llega a Badajoz con una comedia, 'La Curva de la felicidad' ¿Qué podrá ver el público en esta función?

–Vamos con una función que ha evolucionado con el tiempo y habla de algo que le llega a los hombres con 40 años, pero casualmente todos los que participamos en la función hemos pasado los 50. La obra cuenta como Quino, mi personaje, se enfrenta a la soledad después de que su mujer decida dejarlo. La trama viene porque tiene que vender la casa pero no quiere por todos los recuerdos que tiene en ella.

–¿Entonces las risas del público están aseguradas?

–Como toda comedia tiene su poso en el drama. La situación cómica se da cuando consigue vender la casa y tiene que convivir con tres personas. Uno de ellos es un psicoanalista y esto será muy divertido para el espectador, porque Quino, buscará las influencias del psicoanalista para recuperar a su mujer.

–¿Cómo es su personaje?

–Quino mostrará la madurez en los hombres y como a partir de cierta edad, los 40 más o menos, entran en crisis y piensan que todavía pueden quedar con chavalitas más jóvenes. Esto no es más que engañarse a sí mismo, pues creemos que con los cuarenta viviremos una segunda juventud, pero realmente cuando llegas, o cuando los has pasado, te lo digo por mi experiencia, te das cuenta que hay cosas que no podemos hacer.

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–¿Qué le ha aportado Quino?

–Me ha dado la oportunidad de trabajar con muy buenos compañeros. Me ha gustado coger el relevo a cómicos como el Monaguillo, al que admiro mucho, igual que al resto de compañeros que han interpretado a Quino a lo largo de los 17 años que se ha puesto en escena.

–¿Es complicado llegar a un montaje que ya está hecho?

–Lo difícil para mí ha estado en hacer mío el personaje después de que haya pasado por las manos de mis compañeros. Pero he conseguido darle mi personalidad sin que pierda la esencia que ya tenía.

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–¿Qué le ha dado el teatro a un actor que ha fraguado su carrera en el cine?

–He hecho mucho cine, pero mi carrera está muy ligada al teatro. Yo empecé en el teatro con actuaciones escolares. Esto también es interpretar y a mi lo que me gusta es actuar. Los actores queremos buenos personajes para interpretar y el teatro también me los ha dado. He estado en varias ocasiones en el Festival de Teatro de Mérida y para ello tuve que dejar otros proyectos televisivos. Me gustó mucho y ojalá pueda volver pronto.

–Habla de buenos personajes. Con todo lo que ha cambiado la industria, ¿hay tan buenos personajes como antes?

–Todo ha cambiado mucho en los últimos años, los medios son distintos y esto ha hecho que la profesión haya cambiado mucho. Internet ha revolucionado todo, ahora la gente puede ver un corto, una serie o una película en el teléfono móvil. Quizá este exceso de ordenador ha provocado que la gente tenga la necesidad de ir al teatro y ver a los actores en carne y hueso, encima de un escenario. Todo es progreso y se supone que el progreso es bueno.

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–Estos cambios se han trasladado también a los Goya, unos premios muy conocidos para usted.

–Afortunadamente la gala de los Goyas tiene ahora mucha más importancia que cuando me lo dieron a mí. Esto es muy positivo porque da lugar a que nuestra industria se haga grande y la gente de la calle la tiene en cuenta.

–Después de cinco nominaciones ¿Hay algún personaje que le haya marcado especialmente?

–Me gusta el teatro de lo absurdo, por lo que para mí 'Amanece que no es poco' fue de mis películas favoritas, pero mucha gente del público la aborrecía. Con el tiempo se ha ganando a esta gente y a otra y es gratificante.

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–Ha hecho mucho humor ¿siente que se te ha encasillado en este género?

–No siento que me hayan encasillado en el humor, he tenido la oportunidad de hacer papeles maravillosos como un americano, un rey, el zangolotino... también he hecho drama como 'Viaje a ninguna parte'. Cuando uno hace reír a la gente, se da cuenta que es maravilloso. Pero hay que tener en cuenta que la comedia es un género muy serio, es muy difícil hacer reír de verdad. Creo que si puedo voy a seguir haciendo humor, porque me gusta hacer reír a la gente.

–¿Después de tantos proyectos tan diferentes siente que hay algo que aún no ha hecho?

–No siento que me quede algo por hacer, lo que yo quiero es seguir interpretando toda mi vida. Sí es cierto que tengo que ser agradecido y tengo que agradecer lo que me ha dado esta profesión. He tenido la oportunidad de trabajar con Fernando Fernán Gómez, José Luis Cuerda, entre otros y he podido formar parte de películas que se han convertido en clásicos del cine español. Eso es emocionante.

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–¿Por qué tiene que ir el público a ver la obra?

–Es una función divertidísima, si ha durado 17 años es porque es muy buen trabajo y no van a faltar las risas.

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