Se amplía la zona de búsqueda para encontrar a Pablo Sierra Moreno, un estudiante de Medicina de 21 años que fue visto por última vez el jueves por la noche tras salir con unos amigos por el centro de Badajoz. Hasta esta mañana y desde el viernes por la noche el rastreo se había centrado en Las Crispitas, El Pico y el río Gévora. Ahora los efectivos irán bajando el río hasta el azud de La Granadilla.
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Este tercer día de búsqueda se hará tanto por tierra, rastreando las orillas, como por agua con las lanchas. Los 50 efectivos de la policía, los bomberos, Protección Civil y la Cruz Roja cuenta con el apoyo de un helicóptero de la Policía Nacional que está recorriendo la zona desde el aire desde esta mañana.
El operativo también ha programado un nuevo barrido por tierra en Las Crispitas, el área donde un guardia civil que paseaba a su perro encontró el móvil del joven de Zorita.
CÓMO ES PABLO
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Mide 1,75 metros de altura.
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Complexión atlética.
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Aspecto moreno con el flequillo rizado. Ojos marrones.
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Vestía camisa azul, pantalón vaquero, chaqueta azul y zapatillas blancas.
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Datos personales tiene 21 años y es natural de Zorita (Cáceres). Estudia Medicina en la Universidad de Extremadura y vive en la residencia universitaria Rucab, en Badajoz.
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Visto por última vez en la zona de la calle Zurbarán y subiendo a un autobús urbano. Un teléfono móvil que se cree que es suyo fue localizado en la zona de Las Crispitas.
La Policía Nacional, que coordina el dispositivo de búsqueda, confirmó ayer que la operación se centra en rastrear el río Guadiana en busca de Pablo Sierra, pero que «no se descarta nada», por lo que se mantienen abiertas otras líneas de investigación.
El rastreo del sábado duró 11 horas y se suspendió a las siete de la tarde por falta de luz
En la operación de búsqueda, que continúa abierta, están participando 45 efectivos entre miembros de las policías nacional y local, la Guardia Civil, los bomberos de Badajoz, Protección Civil, Cruz Roja y DYA. En el agua estuvieron trabajando dos lanchas, una del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y otra de la Cruz Roja. Comenzaron a trabajar a las ocho de la mañana y recorrieron el Guadiana de forma coordinada entre Las Crispitas y El Pico, donde un guardia civil localizó un teléfono móvil que podría ser del joven.
La búsqueda
El rastreo comenzó el viernes por la noche, tras la denuncia de desaparición. Los efectivos se movilizaron a las 20.30 horas y continuaron hasta las dos de la madrugada. Ayer retomaron los trabajos a primera hora cuando se montó un puesto de mando en El Pico del Guadiana para coordinar las operaciones. Las embarcaciones centraron su rastreo en las zonas próximas a El Pico. Ambas lanchas partieron de la orilla de este saliente de tierra hacía el río Gévora. El agua de este área llega desde el azud de La Pesquera, en la zona de Las Crispitas, donde se localizó un teléfono móvil que podría ser del desaparecido.
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En las orillas también hubo actividad. Los participantes en la búsqueda rastrearon las márgenes del Gévora y el Guadiana durante toda la jornada. El tiempo no ayudó a los efectivos de los distintos cuerpos implicados porque las temperaturas fueron bajas, llovió en varios momentos y el agua del río bajaba muy turbia.
Muchos pacenses siguieron durante todo el día las labores de búsqueda muy preocupados por Pablo Sierra. También fue muy compartido en las redes sociales el mensaje de búsqueda de este joven. De hecho, muchos vecinos se ofrecieron para participar en una batida con voluntarios.
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La desaparición
Pablo Sierra Moreno es natural de la localidad cacereña de Zorita. Reside en Badajoz mientras estudia Medicina en la Universidad de Extremadura. Vive en la residente universitaria Rucab, a la que se dirigía el jueves por la noche cuando desapareció. En esta misma residencia también vive su hermano mellizo que, junto con unos amigos, fueron los que dieron la voz de alarma al comprobar que el joven no fue a dormir el jueves.
Otro hermano del estudiante desaparecido viajó desde Zorita el viernes para llevárselo a pasar el puente de la Constitución y fue el que interpuso la denuncia. En el momento de la desaparición vestía camisa azul, pantalón vaquero, chaqueta azul y zapatillas blancas. Según ha podido saber HOY, un guardia civil paseando al perro fue el que se encontró su teléfono móvil en Las Crispitas.
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