La Biblioteca del Estado en Badajoz lleva dos semanas sin aire acondicionado

La Biblioteca Pública del Estado Bartolomé J. Gallardo en Badajoz lleva, al menos, dos semanas con el aire acondicionado estropeado. Los empleados de la Bartolomé J. Gallardo colocaron carteles hace días avisando a los usuarios de que la climatización está estropeada.

«La Biblioteca informa que el aire acondicionado del edificio no funciona», se puede leer en folios repartidos por las distintas salas, como se puede ver en una fotografía enviada por un usuario y realizada el 17 de junio.

Desde la Biblioteca prefieren no explicar qué ha ocurrido y remitir las preguntas a la Consejería de Cultura. Desde esta indican que los problemas en el sistema de climatización se arreglarán en las próximas semanas y que existe un contrato de mantenimiento adjudicado a una empresa que se encargará de ello. «Se está trabajando para solucionarlo y que funcione con normalidad cuanto antes», indican las mismas fuentes.

Pero, dos semanas después de la foto, los usuarios siguen abanicándose sin hacer ruido en las salas de lectura. La climatización no funciona en una de las peores olas de calor que han afectado a España, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que este lunes informó de que este junio ha sido el más cálido de los últimos 64 años.

La alerta se mantiene este martes en toda la región, cuando se cumplen cinco días de ola de calor y se mantiene la previsión de superar los 41 grados en Extremadura este martes. Alconchel, a solo 44 kilómetros de Badajoz, fue ayer lunes la localidad más calurosa del país con 43,8 grados.

La semana seguirá, según la AEMET, siendo muy calurosa en estos inicios de julio. Y los más asiduos a las salas de lectura soportan el calor en la biblioteca del Estado Bartolomé J. Gallardo como pueden.

Uno de ellos es Miguel Ángel Carmona del Barco, quien lamenta que «en una ciudad como Badajoz, con constantes olas de calor, mantener la única biblioteca pública del Estado sin aire acondicionado es una declaración de guerra a la cultura«. Porque, insiste, »en otras ciudades, las bibliotecas son refugios climáticos que permiten a las clases medias y bajas, que no tienen acceso a piscinas privadas o comunitarias, o que no pueden pagar la factura de la luz, pasar las horas más difíciles desarrollándose personalmente y enriqueciéndose culturalmente«.

Carmona del Barco, que dirige el club de Lectura Viva de Badajoz y la Escuela de Nuevas Narrativas Mirada y Voz, se queja de que sin aire se expulsa a muchos usuarios de la biblioteca ubicada cerca del Puente Real. «En Badajoz, lamentablemente, lo único que tenemos estas clases sociales medias y bajas es el Faro y los bares. Después nos rasgaremos las vestiduras por la caída de los índices de lectura, el poder de la desinformación y el auge de un individualismo consumista y acrítico.«

Estos días de verano se aplica también un horario especial, dado que tradicionalmente el edificio se cierra por las tardes. Este año, coincidiendo con la ola de calor, se ha adelantado el cambio de horario unos días, según la Consejería de Cultura, y no se puede entrar después del mediodía.

Temas

• Badajoz