Badajoz recupera el camino cubierto de la Alcazaba

Este miércoles Badajoz rescata esa parte de la historia, después de las obras de rehabilitación de ese sendero de unos 450 metros. Aunque se llame 'cubierto' no lo está como tal. Es una vereda flanqueada por muros altos, lo que permitía a los soldados resguardarse, sentarse en una banqueta de piedra, levantarse, apoyar el arma sobre la parte superior de esa pared, disparar y esconderse de nuevo. Más que un 'camino cubierto' es un 'camino que permitía a los soldados ponerse a cubierto' hasta entrar en la Alcazaba y cobijarse dentro de la muralla medieval.

Esta senda es, además, sinuosa por si el enemigo lograba colarse. Allí donde se estrecha, se debe mirar al suelo para ver los huecos donde en su día se colocaban sobre la marcha grandes portones de madera reforzados de hierro para dificultar el avance. Hay dos explanadas medianas que son, en realidad, plazas de armas donde podían organizarse. Se salía al exterior a través de los glacis, que en esta ocasión no se han podido recuperar por falta de fondos.

Todo esto es parte de la historia de la ciudad, de las guerras con franceses, ingleses y portugueses. Esta senda es de los primeros elementos de la muralla abaluartada del siglo XVII y ahora se puede pisar el mismo suelo por el que corrieron gracias a una inversión de 400.000 euros obtenida por el Ayuntamiento de los fondos europeos Edusi y la propia aportación municipal.

En un paseo calmado se pueden ver incluso restos del barrio medieval de San Salvador, donde en época árabe vivieron los tintoreros de la ciudad. En uno de los puntos se encuentran unos muros transversales que fueron parte de una casa. Durante las obras aparecieron restos del pavimento original del siglo XI que se han mantenido de un barrio que se destruyó para levantar la muralla abaluartada.

Las obras han respetado los hallazgos arqueológicos y el itinerario original. Para reconstruir aquellos muros indispensables para entender el camino, los arquitectos Daniel Jiménez, Jaime Olivera y Julián Prieto han usado acero para que se vea que son elementos nuevos. También las barandillas que se usan como seguridad para impedir que los peatones puedan caer al foso que se abre entre este camino y la puerta de Mérida, o rampas para salvar desniveles. Abajo, hasta no hace mucho, estuvo el vivero municipal.

El alcalde, Ignacio Gragera, ha explicado que además de las obras para rehabilitar el camino han limpiado la zona, así como se ha ampliado la zona transitable. «La idea no era solo recuperar el patrimonio histórico, sino poder hacerlo transitable».

«Este puede ser una de los elementos históricos más importantes», ha explicado el alcalde, que ha invitado a los pacenses a acercarse para tener «una vista espectacular de la ciudad», tanto de las distintas puertas del recinto almohade que dan hacia el río como del propio Guadiana.

Este 'camino cubierto' no es el único que existe en la ciudad. A pesar de que se han destruido muchos, se pueden ver restos de otros en el entorno de la comisaría de la Policía. Aunque el ahora recuperado es el mejor delimitado de los que se han conservado más de trescientos años.

Por su parte, la asociación Amigos de Badajoz considera que «no hay nada que celebrar» porque la rehabilitación del camino cubierto es «una actuación inacabada». Apunta a que falta un estudio arqueológico de toda la zona de actuación, considera que los arquitectos se han excedido en el uso del «acero corten», pregunta por qué no se ha seguido un único criterio en la reconstrucción de la muralla e insiste en que no se ha actuado en el horno de cal encontrado ni sobre el aljibe de la zona.