Viaje al «mayor conjunto de escándalos de la historia de España»

«El demonio existe y no hay que tomarlo a broma. Está detrás de cada uno de nosotros». La frase se atribuye a Emilio Alonso Manglano (Valencia, 1926), fallecido en Madrid en 2013 y jefe hasta 1995 de los servicios de inteligencia del Estado español, lo que ahora es el CNI y entonces era el Cesid. Dos periodistas, ambos del diario ABC y nacidos el mismo año, 1979, dirigen el viaje hacia las entrañas de «el mayor conjunto de escándalos de la historia de España», tal y como este jueves se puso de manifiesto en Cáceres. El Chalé de los Málaga, sede institucional de Caja Almendralejo, acogió la presentación de un libro incómodo para el poder y que desgrana a lo largo de 456 páginas los detalles de toda una época.

'El jefe de los espías' se basa en los archivos personales, las notas que cada noche tomaba en sus libretas Manglano, un militar adelantado a su tiempo en los 80 y al que el entonces ministro, el extremeño Alberto Oliart, llamó para poner orden en el Cesid. Los detalles los dieron los autores de la obra, un enorme trabajo periodístico sobre la base de 200 kilos de papel y nueve contenedores repletos de documentación. Juan Fernández-Miranda, adjunto al director y Javier Chicote, jefe de investigación, de ABC, contaron cada pormenor en una charla en la que atendieron las preguntas de los asistentes y que estuvo coordinada por el jefe de Información del Diario HOY, Pablo Calvo.

«Yo no tenía intención de comprar el libro, pero después de escuchar lo que nos han contado, será lo primero que haga cuando salga». Fue el reconocimiento de uno de los participantes a la labor de Fernández-Miranda y Chicote, que revelaron cómo lograron dar forma a la inmensa documentación que les entregaron los hijos de Manglano y que debieron custodiar ante el temor a que les fuese robada. «No estuvimos tranquilos hasta que escaneamos lo más importante», vinieron a reconocer. También quedó claro que al igual que el CNI no se enteró de Pegasus, «de esto tampoco», bromearon en medio de la charla.

Manglano lo anotaba todo. E ra un hombre de Estado más que de partido. Su buen hacer le valió la confirmación también con la llegada del PSOE al Gobierno.

«Teníamos la suerte de contar con los papeles del hombre mejor informado de España», admitieron, ante el enorme reto de completar un libro que nos pone ante una parte de la historia de España en la que el actual Rey emérito era intocable. Sin embargo, sobre el mismo los servicios de inteligencia ya asumían que iba más allá de su función institucional. Por ejemplo, con el dinero en Suiza, que llegó a los 100 millones: «Demasiado para derrochar o para dejárselo a su hijo, que iba a ser Rey», cuentan los periodistas.

También tuvo que intervenir el Cesid cuando la actriz Bárbara Rey chantajea al monarca, y entonces los servicios secretos sugieren que se la contrate en Televisión Española.

Es un libro en el que se suceden las historias, cada documento es una noticia del momento. «Una sucesión de noticias», lo define Juan Fernández-Miranda.

Desde como un ministro del Interior pudo ordenar el envío de una carta bomba a un radical abertzale, a los excesos con el alcohol de otro o los líos amorosos de alguno más. Manglano era el espía número uno, «un militar distinto, más culto, demócrata», apuntan los periodistas. Tuvo a directores de periódico como confidentes y medió en la guerra del Golfo por sus contactos con los dos bandos. Fue el primero que entró en la KGB.

Mantienen los autores que nunca dio orden de cometer un delito ni metió la mano en la caja. Eso sí, fue un incansable defensor del Estado. Y del Rey, al que llegó a advertir personalmente de que se estaba extralimitando y «descuidando sus funciones».

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