«Es una incertidumbre, el ganadero depende de la PAC»

–¿Por qué ovejas?

–Me decidí por el ovino porque creo que era el mejor animal para manejarlo yo solo. El vacuno, con cierta cantidad, depende de gente. Las ovejas se pueden manejar con una sola persona y algunos perros. Sí es cierto que son animales esclavos. Te tienen atado. Me gusta y creo que es la mejor opción que elegí. Tengo ovejas de carne.

—¿Cómo considera que está el mercado del ovino?

—Comparado con otras épocas, ahora estamos bien. Llevamos dos o tres años buenos, una vez superada la covid. Creo que ahora el precio está ajustado.

—¿Trabaja con cooperativa o de forma individual?

—Trabajo con una cooperativa llamada Aproviserena, de Castuera. Ahora estoy conforme. Creo que en una cooperativa se defienden mejor las ventas. Además, facilita que uno no tenga que estar luchando con el comprador. También se simplifican los trámites.

—¿Trabaja también la lana?

—También la trabajo, lo que pasa es que el precio es minúsculo, porque se paga muy poco. Antes sí merecía la pena. Ahora no se hace por rentabilidad, sino para que el animal esté bien. Además, mi explotación no está enfocada al mercado de la lana.

—¿Cómo está campo?

—Insisto en que llevamos un par de años que han sido buenos. También te digo que hay años que vienen bien y otros muy mal. Recuerdo que con la covid nos fue muy mal. Los corderos bajaron de precio. Después, se metió la guerra de Ucrania. El cereal se puso por las nubes. Todos los costes han subido mucho hasta hoy. Lo que salva ahora, desde el punto de vista del tiempo, es que han sido buenos. Además, los corderos tienen un precio razonable.

—¿Lo mejor y peor del campo?

—Lo mejor es que tú eres tu propio dueño. Aunque es un trabajo sacrificado, lo haces porque te gusta. Lo peor es que tiene un futuro incierto. Todo va aparejado a la PAC y del 2027 en adelante no sabes lo que va a pasar. Se vive con esa incertidumbre siempre. Esperemos que, si queremos que haya campo, se enfoque de la manera más idónea. El relevo generacional es muy escaso y, si al poco que hay no se le cuida, a la larga terminará desapareciendo o en manos de cuatro personas.

—¿Pide que la Administración cuide el campo?

—Debe cuidar a las personas que de verdad quieren trabajar en ello. Desde el punto de vista de la cabaña ganadera de ovino, la mayoría de los propietarios está en una edad avanzada. A la vuelta de unos años, la cabaña ovina se va a reducir bastante porque necesita mucha mano de obra y esta escasea en el campo. Por tanto, o se cuida un poco y la Administración se implica, o al final acabará desapareciendo.

—¿El futuro?

—El futuro está relacionado con la PAC. Es una incertidumbre. El ganadero depende de la PAC. Si no hay PAC, es inviable la mayoría de las explotaciones, al menos la mía. Tenemos unos costes fijos todos los años. Lo que complementa es la PAC. Si no tenemos una ayuda, los que estamos en arriendo, como yo, tendremos que dejar el campo.