Los toros, más allá de la lidia

De acuerdo con los datos aportados por la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), solo los festejos taurinos aportan al Estado 140 millones de euros anuales en IVA y generan una riqueza de unos 4.000 millones de euros. Si bien es cierto que esta es su actividad principal, este sector tiene otras funciones no menores que también se deben poner sobre la mesa. Por un lado su papel como conservadores del medio natural, en particular de las grandes dehesas donde se crían las reses bravas y que forman parte del patrimonio natural de muchas provincias españolas. Pero no solo la conservación de la naturaleza, sino de una raza única que representa un auténtico tesoro genético y que tiene su sentido por la vinculación directa a la Fiesta Nacional. Hay que recordar que anualmente solo se lidian entre el 15-20% de los animales de una explotación.

También la producción de carne forma parte de la estructura productiva de estas explotaciones ganaderas, si bien es cierto que con un valor económico residual, ya que la salida cárnica de un animal puede reportar 500 euros al ganadero, frente a los 4.000-5.000 de media que puede costar la cría de un toro apto para lidia, de entre 4 y 6 años. En todo caso una carne cuyo consumo hay que potenciar ya que es todavía muy desconocida y encaja mucho en las demandas actuales de los consumidores, por su bajo perfil lipídico.

Otro complemento para las explotaciones es el eco turismo, cada vez más en boga y que permite obtener rentas de refuerzo como consecuencia de los valores ambientales y naturales de estas explotaciones. Una alternativa no apta para todos porque requiere disponer de infraestructuras adecuadas, además de organizar una gestión, propia o a través de terceros, con una logística compleja.

Pero no solo los vientos sociales baten a este sector, ahora la covid-19 ha supuesto un duro golpe. En 2020 solo se pudo lidiar el 1% de todo el ganado bravo ya preparado que, en buena parte, ya no puede ser aprovechado en años posteriores debido al envejecimiento del mismo. En la actualidad hay más de 10.000 toros listos para lidia, lo que va a generar un cuello de botella que no va ser fácil ensanchar. Esto ha supuesto, según datos de la propia UCTL, pérdidas de más de 150 millones de euros en 15 meses, y la necesidad de sacrificar animales, tanto de lidia como de cría. A esto hay que añadir el alto coste de los inputs de las explotaciones ganaderas en este periodo tan crítico, en particular del pienso.

En este contexto se han aprobado ayudas en la mayoría de las comunidades que han rondado los 7.000 euros, aunque en algunas de ellas, como Madrid, han sido mucho más elevadas. Lo más llamativo es que buena parte de estas ayudas no vienen de las direcciones generales de agricultura y ganadería, sino de las de medio ambiente, precisamente por su valor estratégico en la conservación del entorno natural.