Los piensos no bajan

El pasado año fue la primera vez en las tres últimas décadas que el sector de los piensos interrumpe su tendencia de crecimiento. El volumen de negocio se redujo una media del 4%, hasta situarse en 24,5 millones de toneladas para animales de granja; más elevada si se estima el valor de las ventas. Esta tendencia se puede mantener en 2021, ya que al menos en el primer semestre del año han continuado las limitaciones del canal Horeca y buena parte de las explotaciones ganaderas han tenido que mantener una carga animal por debajo de lo habitual en un año convencional.

El sector de los piensos no solo se ha tenido que enfrentar a una menor demanda, sino también a la subida del precio de las materias primas. Algo que, por ende, también ha repercutido en las maltrechas ganaderías que, al igual que la industria de alimentación animal, han tenido que añadir el repunte del mayor coste de su explotación, a la caída de la demanda.

El hecho es que se ha producido un cambio de ciclo de las materias primas a nivel internacional. La cotización de los cereales ya empezó a subir en el último trimestre del pasado año, aunque este crecimiento no se trasladó a los precios de los piensos de manera inmediata. Se pensaba que entre febrero y marzo bajarían, dadas las buenas cosechas de cereales de invierno estimadas en el hemisferio norte. Pero a perro flaco todo son pulgas, y la realidad es que no han caído. El bajo volumen de stocks puede ser uno de los motivos, pero también la existencia de ciclos plurianuales que hace que cada cuatro o cinco años los precios se disparen. Para salir de este periodo alcista será necesario un par de años de altas producciones que permitan volver a llenar los almacenes.

En cuanto a la soja, la dependencia de la misma sigue siendo un hecho, aunque se ha trabajado mucho para conseguir reducirla. De hecho hace un par de décadas suponía el 25% de la composición de los piensos, mientras que en la actualidad representa el 11-13%. En este cambio ha tenido mucha relevancia la alta cualificación de los formuladores españoles, así como el esfuerzo del propio sector para buscar otras fuentes proteicas, como las leguminosas o los descartes de pescado, entre otras. Pero también por volumen, España juega un importante papel en el escenario mundial, siendo el primer país productor de la Unión Europea, y situándose entre los diez primeros a nivel global. Cataluña, Castilla y Aragón lideran la producción en nuestro país, situándose Extremadura en la octava posición.

En este contexto, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado una guía informativa sobre el mercado de piensos a través de internet, un canal que ha experimentado un importante auge. También se han hecho importantes avances en la sostenibilidad medioambiental de la industria elaboradora. En este sentido la Organización Interprofesional Española de la Alimentación Animal, la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales y Cooperativas Agro-alimentarias de España han promovido un modelo de informe de riesgos ambientales tipo adaptado a las directrices de la Ley 26/2007. Esta norma relativa a la fabricación de piensos para alimentación animal regula la responsabilidad de los operadores de prevenir y reparar los daños medioambientales generados.