Buenas perspectivas para la fruta de hueso en esta campaña en Extremadura, que continúa siendo la cuarta región de España en volumen total de fruta de hueso, con la ciruela como su principal cultivo y con la cereza del Jerte como un referente mundial.
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Las cooperativas son fundamentales para este sector, que tiene un gran peso en nuestra región y que genera mucho empleo, porque aunque las cifras son importantes, también lo es la excepcional calidad de la fruta extremeña, muy demandada en los mercados internacionales.
Precisamente es la vuelta a la normalidad del mercado de Brasil la que hace tener estas buenas perspectivas tras abrir de nuevo sus fronteras a la ciruela extremeña al aceptar los sistemas de manejo que realizan agricultores, cooperativas y centrales frutícolas de la región, que demostraron la excelencia de los controles fitosanitarios que llevan a cabo, acordes a esa alta calidad de la fruta extremeña y a la demanda internacional.
Los precios de la fruta compensarán la mala campaña que se registró en 2020
Al retomarse ya esta campaña la exportación de ciruela a Brasil, este mercado, que es uno de los principales a nivel mundial, absorberá gran parte de la producción de un producto del que Extremadura es líder en producción y del que se espera un incremento del 21% en esta cosecha.
La situación en la que se encuentran los mercados europeos también influye y que viene motivada por las circunstancias meteorológicas adversas. Y es que la producción de Italia, el siguiente país productor europeo tras España, caerá aún más que en 2020 pues los daños por helada primaveral de principios de abril han sido aún más drásticos y han llegado en avanzado estado de floración de los frutales. Italia prevé un descenso de su producción del 10%; mientras que Francia y Grecia la verán reducida a la mitad.
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En España también esperamos una reducción de producción por heladas que han afectado principalmente a las zonas productoras del valle del Ebro y a la fruta de media estación, pero será menor que en estos otros países productores. En concreto, se prevé una cosecha un 6% menor respecto a 2020, que fue un año ya muy ligero en kilos, y un 20% menos que la media de los últimos 5 años.
Con todo ello, creo que la salida de la fruta al mercado se realizará de manera fluida y con cotizaciones acordes con la situación del mercado, que compensen en cierta medida la mala campaña del año pasado, en la que hubo pérdidas de productividad en las explotaciones y se registró un incremento de costes de producción soportados por los agricultores y sus cooperativas en mano de obra, en inputs o los derivados de las medidas excepcionales por la gestión de la covid.
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También es verdad que estamos al principio de la campaña, cosechando fruta desde mediados de mayo, que se desarrolla con normalidad.
Aquí en Extremadura, nuestras primeras previsiones apuntan a 263.980 toneladas de producción de fruta de hueso para esta campaña, lo que supone un incremento del 23% respecto al año pasado. De esta cosecha, la ciruela continuará siendo la principal fruta, con una estimación de 98.700 toneladas frente a las 77.600 que se cosecharon en 2020. Esto es, un 21% más en este año.
A excepción del paraguayo, que tendrá un descenso del 14%, todas las variedades de fruta de hueso registran un aumento de producción, siendo la más significativa la de albaricoque, que se espera que aumente casi un 103%, con 6.500 toneladas frente a las 3.200 del año pasado.
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También es significativo el incremento de producción de cereza, tras la campaña adversa de 2020 por las condiciones meteorológicas. Así, el valle del Jerte recuperará su potencial productivo con más de 36.400 toneladas de cereza. Lejos de las 18.600 toneladas de cereza que se registraron la campaña anterior.
La nectarina es la segunda variedad en producción en Extremadura. De ella se espera una producción de 68.300 toneladas, una cifra por encima de la cosecha media de los últimos cinco años y que representa un incremento del 16% respecto a 2020.
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Quedan el melocotón y la pavía, con un incremento estimado en esta campaña en torno al 34% y al 31% respectivamente. Las previsiones indican así que la producción será de 38.500 toneladas de melocotón y de 6.060 toneladas de pavía.
Con todo ello, uno de los aspectos positivos de esta campaña es que no se espera una presión en los mercados tan alta como ha ocurrido otros años, cuando la salida de fruta de prácticamente todas las regiones productoras coincidió en fecha y saturó el mercado. Este año no se espera una situación así porque todo se está desarrollando con un ritmo adecuado y además ahora mismo ya hay demanda y esperamos que la salida vaya bien. Se va notando el creciente interés por alimentos saludables y sostenibles, de los que la fruta es un producto referente.
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