Reconducir la situación

De hecho, desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura hemos mantenido diversas reuniones a lo largo de los últimos años con la Administración regional en las que ha expuesto las dificultades del sector agrario y de las cooperativas para encontrar trabajadores, poniéndose a su disposición para la búsqueda y establecimiento de soluciones a esta circunstancia, que complica las campañas productivas en Extremadura.

Año tras año vemos con pesar que la demanda de empleo durante las campañas agrícolas no influya en un descenso de los altos datos de paro de Extremadura. El paro agrario creció un 1,28% durante el pasado mes de octubre en nuestra región, según datos del Ministerio de Trabajo, y el hecho de que aumente el paro cuando se necesita mano de obra es algo complejo de entender en una región como Extremadura donde el peso agroalimentario es el más importante del sistema productivo. Sólo por eso, es absolutamente imprescindible reconducir esta tesitura, en la que los agricultores y ganaderos extremeños encuentran múltiples dificultades para encontrar trabajadores para las tareas en sus explotaciones agrarias a pesar de ese alto desempleo existente. Tanto es así, que estamos ya ante un obstáculo importante para el crecimiento de la producción de cultivos en los que Extremadura tiene un importante peso social y económico por el empleo y riqueza que generan.

Estos inconvenientes también se están registrando en las cooperativas agroalimentarias de nuestra región y esto a pesar de la importante oferta de empleo que realizan anualmente para las campañas de transformación de la producción agraria. Hay algunas cooperativas que demandan en torno a 1.000 puestos de trabajo durante los meses en los que se desarrolla la campaña agraria de su sector.

Hemos llegado a un punto en el que la situación es ya insostenible, porque se agrava más cada año, a la vez además que se precisa más mano de obra especializada. Y estas complicaciones no vienen dadas por que no se ofrezcan condiciones salariales y laborales dignas. Ovejas negras hay en todas las familias, pero la inmensa mayoría de nuestros agricultores y ganaderos, así como todas nuestras cooperativas, ofrecen salarios y condiciones laborales más que dignas, aunque algunos sólo encuentren la forma de justificarse diciendo lo contrario.

Por tanto, hay que buscar soluciones, no criticar sin más. Es necesario analizar los numerosos factores que generan este problema de mano de obra en nuestro campo y dar una respuesta a las necesidades que tienen, en este ámbito, los profesionales agrarios y de las cooperativas agroalimentarias extremeñas. Hay medidas que tendríamos que empezar a valorar y poner en marcha, del mismo modo que están realizando ya en otras zonas productoras, como son la contratación en origen. En este punto es imprescindible que las propias cooperativas nos coordinemos, con el objetivo de realizar una petición colectiva y, por tanto, más eficiente y de enlazar además distintas campañas, de forma que la propuesta sea más atractiva tanto para los empresarios del campo y las cooperativas como para los trabajadores.

Otra posible solución es que se pueda compatibilizar el cobro de una ayuda social con un trabajo agrario, teniendo en cuenta además que las dificultades que tenemos de mano de obra se dan sólo durante unos meses muy concretos según el sector. Meses en los que sería conveniente además que no se realizaran llamamientos de empleo por parte de los ayuntamientos.

En definitiva, hay soluciones. Necesitamos voluntad para reparar este problema, porque no debemos olvidar que esto supone crear empleo, crecer económicamente, ser más competitivos, generar servicios y contribuir al desarrollo de nuestros pueblos. Elementos todos ellos en los que trabajan cada día nuestras cooperativas.