¿Qué es la 'Xylella' fastidiosa'?

La bacteria ya ha aniquilado millones de plantas y es uno de los principales patógenos de cuarentena en la Unión Europea. Se encuentra en el xilema, y se extiende dentro de los vasos llegando a taponarlos y a obstruir el flujo de savia bruta. Esto provoca síntomas asociados a la falta de agua y/o carencia de nutrientes.

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la bacteria esta descrita en más de 595 especies de vegetales y es responsable de varias enfermedades con efectos graves en numerosas especies de interés agrícola, entre ellas el olivo, la vid o los ciruelos. El cambio climático también está relacionado con la tasa de crecimiento exponencial de epidemias potenciales.

Por otro lado, la investigadora cordobesa del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) y coordinadora del proyecto internacional BeXyl, Blanca Landa, que lidera esta investigación junto a 14 países para frenar la bacteria 'Xylella fastidiosa', ya alertó de que esta epidemia, que en Europa afecta sobre todo a Italia, Francia y España, puede dejar «paisajes desolados y devastados» en plantaciones de olivos y almendros, afectando además a la forma de ganarse la vida de los agricultores de la zona.

En Europa, donde está presente desde 2013 en focos localizados, el riesgo de que esta enfermedad se propague es muy alto, dada sus condiciones climáticas. De ahí que esté considerada dentro de la Unión Europea como plaga cuarentenaria de carácter prioritario por la Organización Europea y Mediterránea de Protección de Plantas (EPPO).

Según un estudio de la Universidad de Wageningen (Holanda), el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC (España) y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA- España), en base a un modelo bioeconómico, concluye que, en ausencia de medidas de control, la propagación de la enfermedad en el sector del olivar supondría pérdidas económicas de miles de millones de euros en un horizonte de 50 años.

Según estos modelos, la expansión de la enfermedad solamente en Italia supondría un impacto económico de hasta 5.200 millones de euros. La replantación con variedades resistentes disminuiría este impacto a 1.600 millones de euros, mientras que reducir la velocidad de propagación de la enfermedad con medidas de control supondría un ahorro de 1.300 millones de euros. Por otro lado, la introducción y posterior expansión de la enfermedad en Grecia y España supondría un impacto económico de hasta 2.000 y 17.000 millones de euros, respectivamente.

Tras el hallazgo de esta bacteria en Portugal en zonas próximas a la región, la Administración regional adoptó medidas de vigilancia y prevención, gracias a la cual han podido localizarla en Extremadura. Se determinaron algunas zonas de riesgo para realizar una recogida de muestras y análisis de plantas, centrándose en aquellas especies vegetales que son huésped de la bacteria y que han resultado positivas en las zonas demarcadas del país vecino.

Así, se ha observado esta plaga en dos jaras (Cistus sp), un escobón nedro o retama (Cytisus villosus), una retama negra (Cytisus scoparius) y un cantueso (Lavandula sp). Ante esto, se ha iniciado un programa de erradicación siguiendo el Plan de Contingencia del Ministerio de Agricultura, que tendrá una duración de al menos cuatro años.

Por otro lado, algunas de las medidas fitosanitarias que se llevarán a cabo será delimitar alrededor de cada una de las muestras positivas una zona infectada de 50 metros y una zona tampón de 2,5 km de ancho que conformarán la zona.

Del mismo modo, en la zona infectada se eliminarán, de forma inmediata, todos los vegetales infectados y los pertenecientes a la misma especie de los positivos encontrados, así como vegetales especificados que sean sensibles a la 'Xylella fastidiosa'.

También se emplearán tratamientos insecticidas contra insectos vectores, y se continuará con la búsqueda y toma de muestras para detectar otros posibles vegetales infectados.

Por último, se trasladarán vegetales especificados cultivados dentro de la zona demarcada hacia el exterior de esta.

Cabe destacar que, por ahora, no se han descrito infecciones de esta subespecie en plantas como el olivo o en el Quercus. Sin embargo, resulta necesario buscar soluciones que eviten la propagación de esta bacteria ya que supone un impacto social y económico considerable.