El pistacho extremeño ya compite con California e Irán

Va Extremadura a rebufo de Castilla-La Mancha. En la vecina empezaron a plantar hace más de veinte años y fue precisamente por los rendimientos que daba allí lo que hizo que agricultores extremeños también plantaran. Con los dedos de una mano se pueden contar las plantaciones con más de una década en Extremadura.

La eclosión llegó hace cuatro años. Abundan todavía las jóvenes. Da un dato Daniel para entender lo cerca que están del despegue tras la espera en el campo de la evolución de los injertos.

El 80% de los socios, estima, no tiene todavía producción. Hay quien viene de cereal de secano o herederos de tierra que se informaron de cultivos emergentes y plantaron para probar. También viñeros y olivareros con tierras en desecho a la que le tratan de dar un uso.

La previsión es que en la campaña que viene haya un salto y el 50% ya aporte cosecha. Y en dos el 100%. Aunque se trata de algo todavía incipiente, se han superado los 50.000 kilos en seco a falta del cierre técnico. Como experto en este cultivo, explica Daniel que es muy flexible. Solo hay que evitar los encharcamientos. «Se adapta muy bien a nuestro clima y a nuestro suelo, tanto a los arcillosos como a los arenosos». Es un árbol del desierto. Funciona con solvencia en secano y, como cualquier fruto, en regadío aumenta su producción.

En Extremadura hay ahora algo más de un 50% en secano. Pero si se mantiene el margen comercial actual, en pocos años quizás la balanza se desequilibre hacia el regadío y los agricultores inviertan en mejorar sus plantaciones. Una hectárea en secano oscila entre los ochocientos y los novecientos kilos de media y con goteo se puede ir a los dos mil kilos. Moviéndonos ahora en un contexto de entre cinco y ocho euros el kilo según las calidades.

Cuesta encontrar en el campo un cultivo con esos precios, de ahí las previsiones tan al alza que tienen en Extremeñas de Pistachos. No tienen duda de que sumarán socios a corto y medio plazo. Ahora venden todo al por mayor. Lo que se ha cosechado este verano se vende en Alemania, Italia y norte de Europa. Los traders internacionales están cada vez más interesados en el pistacho que sale de Extremadura para suministrar a las empresas de alimentación que lo venden como aperitivo y a la industria alimentaria que hace helados y repostería. California es el productor líder mundial. Le sigue Irán y España se mueve, según el año, entre el cuarto y el quinto. Pero la Europa pistachera es todavía muy joven, lo que le permite entrar con variedades de más calidad. Las plantaciones de regadío de Extremadura y de España se riegan con 1.500 metros cúbicos de agua por hectárea y en Estados Unidos gastan entre seis y ocho mil. Casi seis veces más agua. Son producciones muy intensivas que evidentemente tiene una producción por hectárea mucho mayor, pero con menos sabor. Y eso es precisamente lo que los operadores que negocian con la industria valoran para cerrar contratos de suministros.

Extremadura de Pistachos espera que los cincuenta mil kilos de este año se conviertan en trescientos mil en dos o tres campañas. La inversión de 1,3 millones en maquinaria para secar se ha hecho con expectativas a recibir seiscientos mil kilos. Recogen producciones donde se siembre y tienen camiones para llegar hasta Andalucía o Portugal. Ya hay socios de Portugal.