La Junta pide modificar el convenio de Albufeira para disponer de más agua para riego

El consejero de Gestión Forestal, Ignacio Higuero, dice que el tratado se hizo antes de que gracias a Alqueva haya 130.000 hectáreas de regadío en Portugal y que Extremadura debe tener también más agua para la agricultura

Miércoles, 29 de noviembre 2023, 13:57

La Junta de Extremadura, a través del consejero Ignacio Higuero (Vox), dice que hay que replantearse el convenio de Albufeira, firmado por España y ... Portugal y que asegura unos caudales mínimos de los ríos Tajo y Guadiana, y otros ríos transfronterizos, a su entrada en el país vecino tras recorrer la región. Higuero sostiene que el proyecto de regadío de Tierra de Barros podría tener más garantía de agua si se cambia ese tratado internacional, con menos agua entrando en Portugal. «Se firmó mucho antes de que se pusiera en marcha Alqueva (el mayor embalse de Europa) y ahora nuestros hermanos portugueses tienen en riego 150.000 hectáreas para la agricultura y buscan regar otras miles más», ha aseverado Higuero en su comparecencia, en comisión, en la Asamblea regional.

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El trato de Albufeira es un asunto que incumbe a dos países y por tanto la competencia es estatal. Firmado en 1998 (por España lo hizo Isabel Tocino (PP), ministra de Agricultura) establece también que en situaciones de sequía «debidamente parametrizadas», los caudales mínimos de los ríos transfronterizos no tendrán que entregarse a Portugal. Se revisó en 2008, estableciendo los regímenes de caudales mínimos que se deben cumplir cuando no se den las condiciones de excepción por sequía.

«Agua hay de sobra (para regadío). No queremos crear un conflicto internacional. Lo único que digo es que hay que replanterse el tratado», ha enfatizado Ignacio Higuero tras recalcar, otra vez, que el proyecto de regadío de Tierra de Barros se va a realizar. Algo también en lo que ha coincidido el portavoz del PP, Laureano León, quien ha dicho que «será una realidad en esta legislatura después de muchos años».

Para el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, el convenio transfronterizo se hizo antes de que Portugal pusiera en marcha 150.000 hectáreas de regadío «y vaya a poner otras 30.000 más. El tratado de Albufeira, una vez que Alqueva está regando, y nos van a cobrar el agua que va a desembalsar para llenar Doñana, debemos modificarlo».

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«¿Podemos seguir siendo los más tontos del planeta?, Fenomenal, pero reconozcamos que somos los más tontos del planeta. Lo que no podemos es que el resto de países aprovechen el agua que nosotros estamos desaprovechando», ha agregado.

«Agua hay en Extremadura. Lo que hay que crear son las infraestructuras para que tengamos agua para beber, regar y crear riqueza. Eso está clarísimo», ha concluido. En esa referencia a crear infraestructuras ha sugerido la construcción de trasvases entre presas extremeñas para que las que más agua tengan las 'cedan' a las más deficitarias.

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Desde la oposición, la socialista Marisol Mateos, ha sentenciado que el nuevo Ejecutivo regional «se va a cargar el regadío de Tierra de Barros» tras no ponerse en marcha las obras y distintos vaivenes finales mientras que Irene de Miguel, de Unidas por Extremadura, ha preguntado a Higuero si lo que «quiere es vulnerar el convenio de Albufeira». «Usted niega o minimiza el cambio climático», le ha acusado De Miguel.

José María Aznar, presidente del Gobierno, y Antonio Guterres, primer ministro luso, tras pactar el convenio de Albufeira en noviembre de1998 . HOY

Una puerta abierta a la revisión del tratado

El 28 de septiembre del año pasado, España y Portugal, en una declaración conjunta, abrieron la posibilidad de revisar el tratado de Albufeira debido a los efectos del cambio climático . Esa declaración llegó cuando la sequía estaba dejando bajo mínimos los embalses de ambos países y generando problemas de abastecimiento a poblaciones y de riego para agricultores y ganaderos. No se ha vuelto a saber nada de un posible cambio del tratado. En diciembre la borrasca Efrain inundó la región y también dejó copiosas lluvias en la vecina Portugal y el problema de la escasez de agua, sin desaparecer, se minimizó hasta este verano.

 

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