La azucarera permitirá a la región rotar la remolacha con el maíz y el tomate
Extremadura no cuenta con cultivo de remolacha desde el año 1997, pero ahora surge una gran oportunidad para generar competencia
JOSÉ TOMÁS PALACÍN
Badajoz
Domingo, 20 de noviembre 2022, 14:51
Esta semana, la azucarera de Mérida consiguió finalmente la financiación para poner en marcha su construcción. Serán 120 millones de euros que promoverán el ... cultivo de la remolacha en la región desde que en el año 1997 cerrara la azucarera de La Garrovilla. Casi 30 años en los que ha cambiado mucho la forma de producción, fertilización, riego, cosecha y rentabilidad de este cultivo.
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Concretamente, durante aquellos años se llegaron a tener hasta 7.000 hectáreas de cultivo de remolacha, una cifra limitada por la industria de aquel entonces. Presumiblemente, y aunque calcular este número ahora sería difícil, esas hectáreas se multiplicarían por la capacidad actual.
El sistema de rotación de la remolacha, además, tradicionalmente se hacía con el tomate y con el maíz según la configuración normal de los cultivos. Algo bueno para la región ya que tener un plan de rentabilidad con un solo cultivo no es lo óptimo, agronómicamente hablando.
«Desde el 97 ha evolucionado mucho lo que son las técnicas de cultivo o las variedades que se utilizan. Esto no será que se abra la industria y ya haya siembra, pero ofrece ciertas ventajas porque se puede hacer de manera estructurada y aprovechar la experiencia de otras comunidades, como Castilla y León y Andalucía. Además, hay una ventaja: haciendo las cosas desde cero se pueden estructurar mejor», explica Ignacio Huertas, secretario general de la organización UPA-UCE Extremadura.
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El cultivo de la remolacha, que era en regadío, plantea también problemas, como qué ocurrirá con el gasto de agua, un gran problema en la región tras la sequía del último año. «Creo que el gasto estará en la línea del resto de cultivos de regadío. Ha evolucionado mucho desde aquellos años, una gran parte se regaba a pie, por ejemplo, y eso está desterrado ya. Hay que ver cómo se hace en otras partes de España y probar un sistema similar», indica.
Alternativas
Como se ha citado anteriormente, el cultivo de la remolacha se solía rotar con tomate y maíz. Actualmente, el panorama no ha cambiado mucho en Extremadura, por lo que serían de nuevo las primeras opciones para ello. Como señala Huertas, ahora la región se encuentra en una coyuntura diferente en cuanto a precios, que han subido, por la guerra en Ucrania. Sin embargo, «hemos pasado años de precios muy malos y no había alternativas en maíz o en tomate. Tener alternativas desde el punto de vista de las explotaciones es positiva», Primero, por tener más cultivo, y segundo, porque permite una mayor capacidad de negociación. «Y, como es voluntario, quien quiera podrá hacerlo y quien no, no».
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El tomate y el maíz serían las primeras opciones para rotar, como ocurría en el 97, algo que llevaría a mejorar la competencia
El azúcar vive una subida de precios desde hace tres años; no se sabe si esto seguirá, pero asegura la rentabilidad del cultivo
Del mismo modo, se pregunta: «¿Qué hacemos si va mal el tomate? ¿Y el maíz? La remolacha ha competido siempre con estos y diversificar las opciones de cultivo es algo bueno. Eso sin contar que la rotación es una práctica muy necesaria y saludable para el campo». Aun así, recuerda que habrá que ver lo que ofrece la fábrica. «Porque, para perder dinero, no se va a sembrar».
Rentabilidad
Por ello, cabe preguntarse si este cultivo será rentable en Extremadura. De ahí que haya que fijarse en otras comunidades. Castilla y León es quien más remolacha produce, concretamente, unas 100 toneladas por hectárea y unos costes de producción –que también se encuentran en alza, aunque esta es una crisis que no parece tener fin– de unos 5.000 euros por hectárea. Del mismo modo, cuenta con dos ayudas, la acoplada y la medioambiental, que suponen unos diez euros por tonelada. Y, finalmente, el paquete que ofrece la industria está en torno a 65 por tonelada.
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Pero hace tres años era diferente. Se pagaba a 40 euros. «Era una rentabilidad aquilatada, pero es verdad que el azúcar lleva tres años subiendo bastante. Ahora tenemos precios disparados, pero no sabemos si continuará en el tiempo. Ha habido reestructuración grande en el abastecimiento, como ha pasado con la India, por ejemplo».
Por todo ello, Ignacio Huertas insiste en que la construcción de la azucarera de Mérida y, por tanto, la más que posible promoción de la remolacha en la región es una «muy buena» noticia. «Es una nueva posibilidad, una alternativa y es rentable. Ni en regadío ni en secano tenemos un cultivo así, que nos pueda permitir rotar con garantías, y todo sirve para generar competencia y negociar precios. Hará falta formación para los agricultores, que nos fijemos bien en el cultivo, que la industria compre bien. Pero tener un cultivo así de interesante desde el punto de vista económico es una gran noticia».
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