«El sector agroalimentario seguirá creciendo, también en calidad»

Tras 36 años en el gigante Nestlé y como vicepresidente ejecutivo y responsable mundial de operaciones del grupo alimentario hasta octubre, el andaluz José López Vargas acumula un extraordinario bagaje personal y profesional sobre la agroindustria. Ha tenido bajo su responsabilidad a 465 fábricas en el mundo y ha manejado un presupuesto de 4.000 millones al año en inversiones. López explicará el martes en Feval las claves para tener éxito empresarial y las ventajas y los obstáculos que tiene el sector agrario extremeño. Su charla será a partir de las 10.30 horas. Los interesados se pueden inscribir en HOY.es.

¿Sobré qué hablará?

Pretendo que las personas que vayan me pregunten lo que realmente les importa y se vayan a casa con esta respuesta. He trabajado más de tres décadas en ese sector y puedo dar un punto de vista sobre trabajar en una multinacional como Nestlé. Desde esa perspectiva cabe la pregunta de si algunos de los ejemplos que llevan a progresar son aplicables a emprendedores o explotaciones mucho más pequeñas y con otros condicionantes a la hora de competir. Mi mensaje es que los principios, los modelos y las herramientas que se utilizan en las empresas con éxito son siempre las mismas.

¿Son universales? ¿Da igual que sea extremeña o de Singapur?

Exactamente. Voy a hablar de en qué tenemos que fijarnos para prosperar. Una de las cosas más sorprendentes es que estamos rodeados de pequeños empresarios que no tienen ningún deseo de asociarse con otros para ganar algún tipo de ventaja basada en la escala y en la dimensión. Que no quieren abarcar mercados y clientes diferentes con una oferta multiproducto. Lo que hacen es mirarse unos a otros y atacarse. Esto son algunos tipos de comportamientos que cuando estás en una multinacional no se tienen. Nestlé es un ejemplo de haberse unido con otros empresarios y crecer así porque se ha mejorado la oferta, la competitividad y la eficiencia.

¿No se puede tener una empresa o explotación pequeña y triunfar?

Sí, pero tienes que tener un producto muy diferenciado. Y eso es lo que voy a explicar en la charla. No se trata simplemente de copiar algo de quien tengamos al lado. Hay que entender los límites de lo que uno tiene. Si uno no tiene diferenciación casi es imprescindible asociarse y ganar volumen porque te acercará a la eficiencia y a un mayor mercado. Si tienes diferenciación puedes seguir solo y puedes seguramente conseguir apoyo de inversionistas y apoyo financiero porque ven en tu propuesta un proyecto a largo plazo. Esta es la pregunta que se tienen que hacer la gente y no soñar. Hay que mirar estas cosas con la objetividad y la frialdad necesarias.

¿Ese discurso es absolutamente válido para el sector agrario?

Todas estas cosas son válidas en todas las empresas y no solo las agroalimentarias. Y aquí se puede todavía ganar mucho. En España el sistema de aprendizaje, de formación de los profesionales, puede mejorar. Y si no lo mejora el Ministerio de Educación se puede hacer a través de las empresas. Hay que apostar por la gente. Hay muchos chavales con las ganas de progresar y ahí seguro que se puede animar a ver más valor añadido. Tenemos dos fábricas en Extremadura, una embotelladora de agua en Herrera del Duque y otra de tomate en Miajadas y son dos ejemplos de competitividad.

El contexto nacional e internacional no ayuda.

Sé que el mundo no está muy bien entre atentados terroristas, el Brexit, e incluso el panorama político en España. Hay que sobreponerse a todo esto y encontrar ánimo y valores. Luchar por objetivos y echarle ganas porque de eso se trata. Cuando se mira para atrás y se cuentan las historias... (Silencio breve). La adversidad nos tiene que hacer más fuertes, no que nos desconectemos.

¿La política lo condiciona todo?

Más que la política, los políticos. Tenemos fábricas en Cuba, en Extremadura, en Singapur, en Shangai y en Cataluña. Nestlé hace productos para todo los consumidores. Nos da igual lo que voten y lo que haya alrededor. Lo único que pretende cualquier empresa es que te dejen competir.

Cuál sería la gran ventaja y el gran inconveniente que tiene Extremadura en el sector agroalimentario?

No la conozco de manera muy detallada porque he pasado gran tiempo de mi vida fuera de España. La conozco porque he visitado las dos fábricas de Nestlé y por proximidad a Andalucía. Pero la tierra, de manera general, presenta un futuro. Es un recurso. Y de otra parte, lo agroalimentario, la comida, es siempre algo que va a seguir creciendo a medida que el número de personas en el mundo. Pero no solo va a crecer en cantidad sino en calidad. Tenemos, y esta es una fortaleza de Extremadura, un suelo y unas condiciones climáticas y una gente que puede introducir calidad y productos. Y cada vez hay más consumidores que tienen mucha preocupación por la naturaleza, por los cultivos ecológicos... La tierra como el tipo de negocio están de nuestra parte.

¿El principal obstáculo son las comunicaciones?

Más que eso, la formación de todos. De directivos, de trabajadores... Pero esto se puede subsanar. Lo que no se puede subsanar es cuando uno no tiene ni sol ni agua. Hay que invertir en formación, en ser mejores vendedores y propietarios.