EN LA CIUDAD

Los cuernos cacereños de Berlusconi

J. R. ALONSO DE LA TORRE

Viernes, 18 de abril 2008, 09:55

Tras la victoria de Berlusconi, la prensa mundial ha vuelto a recordar una anécdota que nos atañe: el 8 de febrero de 2002, 'Il cavaliere' le puso los cuernos al ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Piqué, durante el 'Gymnich' o Cumbre Europea de Cáceres. Recuerdo perfectamente el momento en que 'Il Bello Silvio' colocó su meñique y su índice extendidos en posición de 'cornuti' tras la cabeza de un demacrado Piqué. Aquella mañana, Berlusconi había aparecido más radiante que nunca. Con un estridente maquillaje color zanahoria y un flamante implante capilar, había descendido hacia la Plaza Mayor cacereña mientras una madre le decía a su hijo que por ahí venía Mussolini y su hijo la corregía: «No, mamá, se llama Donadoni». Tras hacer carantoñas a unos scouts, llegaron la foto de familia en la escalinata del ayuntamiento y los famosos cuernos, que habrían pasado desapercibidos si un cámara del entonces Canal Sur Extremadura, José María Caldera, no hubiera inmortalizado la escena. A las tres de la tarde, Caldera descubrió los cuernos en su vídeo. Al instante, Alberto Aza, que acababa de ser nombrado nuevo jefe de la Casa Real, se acercó a verlos y en segundos, aquello era un mercadillo con las televisiones de toda Europa comprando las imágenes. Se manejaron cuatro teorías sobre los cuernos: 'Il Tito Silvio' aseguró que bromeaba, France Press defendió que le hizo caso a unos niños, en Cataluña se escribió que ese gesto en Italia significa 'tutto va bene' y Piqué, muy diplomático, sostuvo que todo había sido un efecto óptico. Sea como fuere, gracias a esos cuernos, los italianos recuerdan cada cuatro años que Extremadura existe.

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