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Tamaña hermosura
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Tamaña hermosura

Caritina Goyanes rompe moldes y prejuicios, vestida de novia por Manuel Mota

PPLL

Lunes, 28 de julio 2008, 14:10

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ARANTZA

FURUNDARENA ACaritina Goyanes le dio un ataque de risa anteayer, en medio de su propia boda. ¿De qué se reía Caritina? ¿Del hambre que iban a pasar en el banquete nupcial todas las demás asistentes... menos ella? ¿O fue cosa de los nervios?

Los nervios son lo peor. Te hacen reír, llorar, meter la pata, engordar (muchas mujeres juran estar gordas de los nervios; cuando los nervios son tal vez lo único que mantienen flaco). Pero yo creo que lo de Caritina es otra cosa. Esa rolliza y divertida novia riendo a mandíbula batiente antes de dar el 'sí quiero' habría representado hace décadas (antes de que un cenizo 'inventara' el colesterol) la imagen misma de la hermosura y de la salud. Hoy, en cambio la salud y la belleza nos las pintan con metro ochenta y cincuenta kilos de peso. Y, sin embargo, la sauna (irónica metáfora) en que se convirtió la iglesia donde se casó Caritina, por culpa del bochornazo ibicenco, no afectó especialmente a la novia, sino a algunas de las invitadas más escuálidas, que tuvieron que salir a tomar un poco el aire.

Antes, cuando alguien (generalmente una abuela o una tía), tras meses sin saber de ti, volvía a verte y te encontraba más gordita, enseguida comentaba: «Oye, tú te has mejorado, ¿no?». Hoy, en cambio, mejorar de aspecto es prácticamente sinónimo de perder peso. Porque actualmente parece que, como dijo Coco Chanel en una de sus frases más famosas y, a mi juicio, despreciables: «Nunca se está lo suficientemente delgada».

Es difícil sustraerse a la corriente dominante. Seguramente por eso, Caritina Goyanes se puso a dieta en cuanto fijó la fecha de su boda. Y hasta logró perder algunos kilos. Pero llegó un momento en que tiró la toalla. Quizá porque descubrió que el sacrificio de pasar hambre a cambio de tener el cuerpo de una modelo a ella, personalmente, no le compensaba. Además, debe de ser complicado renunciar al placer de la comida cuando diriges una empresa de catering.

Las imágenes de la boda de la primogénita de Carlos Goyanes y Cary Lapique, celebrada el sábado en Ibiza, muestran a una novia guapa, feliz, radiante y, sobre todo, muy satisfecha consigo misma. Es muy probable que algún día Caritina acabe volviendo a retomar la dieta; no por una cuestión estética, sino porque su médico, alertado por los riesgos que conlleva el sobrepeso, se lo pida. En ese caso, hará bien en seguir, sin exagerar, sus instrucciones. De momento, esta novia, antes fiel a su naturaleza que a los férreos dictados de la moda, nos ha demostrado que se puede estar obesa y 'fashion'. Gorda, pero sin el menor complejo de culpa.

La propuesta es casi revolucionaria. E incluye ver a todo un Manuel Mota, acostumbrado a vestir a la radiográfica Ariadne Artiles, enfrentándose a un traje nupcial XXL. Todo esto obliga a una gimnasia mental que puede provocar agujetas... O cosquillas. Y tal vez por eso se reía Caritina.

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