Los fotorrojos, en entredicho

¿Deben o no someterse los fotorrojos al control del Centro Español de Metrología? La Dirección General de Tráfico advierte que existen dos tendencias al respecto: los que creen que sí y los que opinan todo lo contrario.

Por un lado, existen quienes defienden que como dispositivos que sirven para determinar posibles infracciones deben estar calibrados. En este sentido, se apoyan en la Ley de Seguridad Vial, donde se determina que «los instrumentos, aparatos o medios y sistemas de medida que sean utilizados para la formulación de denuncias por infracciones a la normativa de tráfico estarán sometidos a control metrológico».

A pesar de este artículo, el 70.2, de esta ley, existen quienes aseguran que no es necesario porque estos elementos no miden, sino que simplemente realizan una fotografía. En este último grupo se encuentran los ayuntamientos, también, el de Badajoz.

«La polémica está servida», reconoce el jefe provincial de Tráfico de Badajoz, Pedro Ignacio Martínez, quien explica que son los ayuntamientos y no la DGT quienes tienen la competencia en materia de tráfico dentro de los cascos urbanos. «Por tanto, no corresponde a la DGT decir a los ayuntamientos lo que deben hacer». Es más, Pedro Ignacio Martínez afirma que entiende que «el Ayuntamiento no ha hecho nada mal» al no someter estos dispositivos a la metrología. No obstante, apunta a que se pueden acoger a esta falta de control quienes sean sancionados con este sistema a la hora de presentar un recurso.

Desde Tráfico lo tienen claro: «La polémica se terminará cuando se pronuncie la Justicia», afirma Pedro Ignacio Martínez.

Postura municipal

Desde el propio Ayuntamiento defienden que los fotorrojos no requieren de revisión legal porque no miden, como lo pueden hacer los alcoholímetros o los cinemómetros (radares). Ni estos dispositivos ni tampoco las cámaras que controlan el acceso en determinados puntos del Casco Antiguo miden nada. Se limitan, indican fuentes municipales, a verificar una situación que queda plasmada en una fotografía, como que un vehículo pasa el semáforo con el disco rojo encendido. Por eso entienden que no es necesario calibrarlos.

Con lo que sí cuentan estos dispositivos es con un elemento de seguridad que acciona las cámaras cuando pasan cinco segundos desde que se enciende la luz roja de los semáforos.

Los fotorrojos colocados en la ciudad están homologados por la Unión Europea, pero no se les somete a una revisión periódica.

El abogado Miguel Cristo tiene claro que se pueden recurrir las multas puestas con estos dispositivos en la ciudad por la falta de control metrológico. A su juicio, sí que miden, porque realizan la foto transcurridos cinco segundos desde que se ilumina la luz roja de los semáforos.

Apunta, además, que existen sentencias en otros puntos de España que así lo acreditan. Pone como ejemplo la decisión de un Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Madrid, que en diciembre de 2012 anuló una sanción de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos de carné a un conductor de la capital madrileña por rebasar un semáforo. Entre sus argumentos, cita ese artículo ya mencionado de la Ley de Seguridad Vial. En ella se establece que «los instrumentos, aparatos o medios y sistemas de medida que sean utilizados para la formulación de denuncias por infracciones a la normativa de tráfico estarán sometidos a control metrológico». Además, el titular del juzgado destacó que «la denuncia no viene acompañada de documento alguno que demuestre la fiabilidad del instrumento de captación y que permite enlazar con la presunción de veracidad del agente denunciante».

El abogado Miguel Cristo estudia estas y otras sentencias para presentar los primeros recursos a las multas propuestas por la Policía Local de la ciudad con el aval de los fotorrojos.