Las motos no caben ya en la plaza de España

El conductor que quiera aprovechar algún hueco para aparcar en la plaza de España lo tiene complicado. El perímetro sigue muy demandado. Los taxistas frente al centro Abril, las furgonetas de repartidores y el coche oficial del Ayuntamiento ocupan los pocos espacios que hay. Pero si alguien se siente tentado a dejarlo en doble fila lo más probable es que un policía local se lo impida. Cada mañana un agente vigila que la plaza no se colapse. Las motos, por ejemplo, tienen un sitio fijo, la esquina frente a la catedral, delante del archivo municipal. Allí se deriva a todos los motoristas y la zona está tan solicitada que se queda pequeña. Entre las 8 y las 9 de la mañana más de cuarenta ocupan el espacio y a partir de esta hora los motoristas que siguen llegando convierten la acera contigua en aparcamientos. Dice Manuel Hernández, trabajador de una entidad bancaria que va a diario en moto hasta su oficina, que a las diez de la mañana ya hay que hacer malabares para meter la motocicleta entre la marabunta. Afirma que lo peor viene en verano, cuando sin frío y lluvia todo el parque de motocicletas de la ciudad se mueve por la calle.

No se puede decir que en la ciudad falten aparcamientos para motos porque en los últimos años se han reproducido, especialmente en el centro. Al de la plaza de España, hay que sumar otro en San Francisco, en Juan Carlos I, junto a la delegación de la Seguridad Social, la avenida de Europa o El Corte Inglés.

Desde que en 2007 el entonces concejal de Policía Local José Antonio Monago iniciara una campaña para aumentar el espacio reservado a estos vehículos, las plazas han ido aumentando y ya se han repintado casi 400. En Badajoz circulan casi 15.000 motos y ciclomotores por la calles, pero sus aparcamientos no siempre se respetan. Los conductores de coches también aprovechan estos espacios. Las plataformas reservadas en el centro tienen régimen compartido. De ocho de la mañana a ocho de la tarde sólo pueden ocuparlas ciclomotores; y desde esta hora hasta las ocho de la mañana siguiente también pueden aparcar coches.

La frontera horaria indicada en las placas verticales de cada espacio no siempre se sigue al pie de la letra y no extraña que muchos conductores aparquen antes del límite o mantengan el vehículo hasta la mañana. A esto hay que unir que en algunas zonas estratégicas y a hora punta, las áreas verdes delimitadas para las dos ruedas se convierten en un apeadero goloso para los coches. En San Francisco, por ejemplo, en la de Correos se invade casi a diario y lo mismo ocurre en Puerta Pilar. Uno de los barrenderos que trabaja en la zona a diario cuenta que ya no le extraña ver a los agentes de Policía Local sancionando a los invasores, pero que ni por esas se termina el conflicto.

Multas

De media, cada año se ponen casi 300 multas a coches que ocupaban indebidamente el lugar reservado. Los sancionados responden con 100 euros, aunque por pronto pago pueden beneficiarse de descuentos.

Las multas van en aumento porque en 2010, según un informe de la Policía Local, no llegaron a 200.

El incremento no sólo hay que entenderlo por un aumento del mal uso. Paulatinamente ha ido ganado espacio y resulta lógico pensar que al haber más puntos a vigilar haya más sitios donde incumplir.