Barcenilla: «Soy molesto para el Gobierno, pero no estoy solo»

«No estoy solo. Solo hay que ver el respaldo a la gestión que han mostrado los miembros de la Agrupación vecinal. Otra cosa es que yo sea molesto para el Gobierno y le interese que salga». David Barcenilla no se mueve un centímetro de su discurso reivindicativo. En las últimas semanas ha ido tomando más fuerza. Tanta que no resulta extraño que la Agrupación que preside haya avalado las quejas de colectivos como el de la Plaza de Italia por el problema de las antenas.

Barcenilla hasta ahora había preferido no alimentar la polémica. HOY publicó el domingo que el presidente de la Madrila, Miguel Salazar, pedía su dimisión por «manipular y politiquear» con las asociaciones vecinales. La Cañada se suma a esta postura. Hay un tercer colectivo crítico, Virgen de la Montaña. Los demás -asegura Barcenilla-, le respaldan.

Según la nota que difundió ayer el movimiento vecinal, en esa lista de los que apoyan la gestión (incluida la posibilidad de recurrir por vía judicial la contrata del autobús urbano) están, entre otras, San Francisco, Residencial Universidad, los Castellanos, Moctezuma, el Junquillo o Hispanoamérica.

Cinco asociaciones de vecinos se quedan al margen del debate: Angelita Capdevielle, Cáceres el Viejo, Maltravieso, Veracruz y San Blas. El propio presidente del movimiento vecinal admite que hay otras como La Unión o Pinilla que no tienen actividad, mientras que a los representantes de Llopis y Nuevo Cáceres no los reconoce de forma oficial la Agrupación. La nueva asociación Residencial Urbanización Cáceres el Viejo no forma parte de la Agrupación pero también defiende a Barcenilla.

«Lo ocurrido responde a una estrategia de acoso y derribo, dirigida desde el Gobierno municipal, en su obsesión por descabezar al presidente», inciden desde la propia Agrupación de Asociaciones. David Barcenilla acudirá mañana al pleno municipal para pedir que se prorrogue la concesión del autobús y que el Ayuntamiento forme una mesa de trabajo que dé participación a los ciudadanos. Algunos integrantes de las asociaciones se alían con él en sus reivindicaciones ante el Consistorio, sin embargo, preferirían que rebajase la crispación.

Los desencuentros con miembros del Ejecutivo han llegado al terreno de lo personal, ya sea por una falta de química o por discrepancias en el debate. «Sería preferible seguir pidiendo al Ayuntamiento que cumpla con sus obligaciones pero sin perder la compostura. Es importante no romper puentes», dice un veterano dirigente. Barcenilla acepta la crítica.

El debate se ha instalado en las redes sociales donde también se ha elevado el tono. «¿Tensión? Puede que sí. Hay que rebajarla pero no a costa de los derechos de los cacereños. El Ayuntamiento no cuenta con nosotros para nada. Está claro que molestamos, pero seguimos unidos y eso que no son buenos tiempos», resume el líder vecinal.

David Barcenilla reconoce que ha dejado de acudir a actos institucionales.