Los patinadores piden paso

Fuente de la plaza de Gévora del pasado festivo nueve de diciembre a mediodía. Entre las aceras descansan una veintena de patinadores. La mayoría expertos que alcanzan los 25 kilómetros por hora sobre las ruedas, aunque también algunos iniciados.

Toman un respiro y emprenden de nuevo la ruta hacia Badajoz. Cruzan el puente del río Gévora, llegan a la gasolinera del semillero de empresas y por la acera alcanzan veinte minutos después la cabecera del puente de Palmas.

La ruta la organiza la asociación Patina por Badajoz, un grupo de aficionados que se ha unido a través de las redes sociales y al día de hoy forma ya una de las agrupaciones más activas.

Empezaron a quedar para rodar en grupo hace un año, en mayo decidieron constituirse en agrupación y ya tienen más de cien asociados.

Su actividad más exitosa se repite cada domingo a mediodía. En el entorno de la torre de Caja de Badajoz, calles poco transitadas y bien asfaltada, quedan para patinar a y los más instruidos se ofrecen a enseñar a los que estén dispuestos a iniciarse.

La quedada dominical sirve para incorpora a gente a las rutas que después organicen por la ciudad y desde la asociación dejan claro que no hace falta ser asociado para sumarse a sus actividades.

Elena López ejerce de presidenta y fue una de las fundadoras de la asociación. Cuenta que en los últimos meses han perfeccionado la organización para atender la demanda. En un principio sólo había profesores y alumnos que empezaban, ahora hay instructores para nivel inicial, otros para medio y otros para el avanzando, según la evolución que vaya siguiendo cada patinador.

Las rutas también la organizan teniendo en cuenta la experiencia. La de iniciación tiene nueve kilómetros por zonas llanas y las de avanzado llegan a los treinta por tipo de terrenos.

Los miércoles por la noche, a las nueve y media, quedan para la ruta intermedia de veinte kilómetros y los viernes de treinta, aquí ya van los más experimentados.

Según cuenta Maite Bermejo, una de las primeras socias, la evolución se consigue más o menos rápido, hay quien tras un domingo en la torre de Caja de Badajoz ya se atreve el miércoles y el viernes con las rutas largas. Lo más complicado para evitar caídas es aprender frenar y superar los desniveles.

En septiembre consiguieron que la FMD les cediera una pista del Vivero para practicar slalon cada martes y jueves por la tarde. Los socios pagan 20 euros anuales y tienen seguro, descuentos en algunas tiendas y acceso a estos cursos de perfeccionamiento del Vivero.