La 'seca' avanza y amenaza el alcornocal de Valcorchero

Un verano especialmente caluroso y seco, el avance del microorganismo patógeno 'Phytophthora' -popularmente conocido por 'la seca'- que destruye las raíces de encinas y alcornoques, y la acción de xilófagos, como el abundante 'cerambyx welensii' , cuya expansión favorecen los árboles secos no retirados, hacen que el poco cuidado y envejecido alcornocal de Valcorchero sufra luna llamativa merma de ejemplares de un año a esta parte y que llev a una significativa reducción del bosque.

De hecho, tras las lluvias, el verde otoñal hace resaltar los cientos de árboles que se hay muertos en toda la finca. Se distinguen los de este año porque mantienen la hoja. Los hay en la umbría y especialmente en la solana, donde también el suelo es menos profundo. Un fenómeno que preocupa a quienes conocen y patean la finca municipal, paisaje protegido por la Junta de Extremadura, a los investigadores de 'la seca' así como al propio Gobierno municipal.

Se trata de la pérdida de un patrimonio natural que trae aparejadas pérdidas patrimoniales para el Consistorio, no en vano la reducción del alcornocal supone la merma del corcho. Vistos los 25/30.000 quintales que daba la finca y con el precio de este producto a 40 euros el quintal (36 kilos), los 1,2 millones de euros que cada siete años podría ingresar el Ayuntamiento pueden verse rebajados notablemente en las próximas sacas.

«'La seca' a veces impresiona más en función de si los árboles se retiran o no, de modo que hay zonas donde se quitan y no se percibe el fenómeno»», explica Gerardo Moreno, profesor de Edafología del Grado de Ingeniería Forestal y Medio Natural de la Escuela de Forestales de Plasencia.

Delicado estado

Éste añade que 'la seca' ha afectado, tal y como se ve pasado el verano, a numerosos ejemplares de Valcorchero, «especialmente a los alcornoques más adultos y explotados para el corcho y en general el estado actual del arbolado es bastante delicado». Una población envejecida, estadísticamente sufre mayor mortalidad, tanto por desgajo como por patologías, y una de las mas graves en la dehesa es 'la seca', agrega.

«'La seca' es un problema para el alcornocal de Valcorchero porque hace que a los ejemplares más debilitados o secos los ataca el cerambyx (un insecto xilófago que desarrolla grandes larvas que horadan la madera del árbol) y acaban por caerse a los 100 años cuando no debieran hacerlo nunca».

La pudrición de la raíz, a causa del hongo de 'la seca' que se expande y desarrolla con las lluvias y la falta de agua posterior, caso de este verano, son un cóctel de riesgo para la supervivencia de los alcornoques, especialmente en suelos sin profundidad, como la solana de Valcorchero.

«Es sencillo: si el árbol no tiene con qué absorber el agua, se muere y si no llueve, hay menos agua para el árbol», añade Alejandro Solla, profesor de Plantas y Enfermedades del Grado de Ingeniería Forestal y Medio Natural de la Escuela de Forestales de Plasencia.

La phytophthora, agrega el profesor e investigador de 'la seca', pudre la raíz, con la peculiaridad de que se beneficia del suelo húmedo, especialmente del encharcado. «En Valcorchero no sabemos aún qué especie es la que hay; puede ser una virulenta, aunque no de las peores», apunta en referencia a la variedad 'cinnamomi', extendida en adehesamientos y que llegó a Europa desde de Asia y Oceanía.

Para Solla, el origen del problema está en los viveros que son los que han transmitido y transmiten las phytophthoras con las repoblaciones. Los nuevos ejemplares se convierten en caballos de troya para expandirla.

Algo que sucede, favorecido por el manejo de la dehesa con un pastoreo en las últimas décadas que ha propiciado el compactamiento y encharcamiento del suelo. «La phytophthora actúa como un proceso infeccioso, de modo que si la finca esta bien gestionada, es la batalla del árbol sano contra el patógeno, pero si está debilitado, mal podado o sacado el corcho y con un suelo compactado, lo gana el enemigo», señala Gerardo Moreno.

Reconoce que también que 'la seca' tiene mayor incidencia en los periodos de sequía. «El hecho de que el clima sea también más extremo es otro factor coadyuvante. «No sabemos si unos, son más importantes que otros pero sí que todos están relacionados y contribuyen a al desarrollo», puntualiza.

La sequía agrava

Desde la Concejalía de Medio Ambiente se indica que, sin saber si el culpable último de la pérdida de árboles es el hongo de raíz 'Phytophthora cinnamomi', (algo que tendría que comprobarse con análisis de suelo y de raíces costosos de realizar), este año la causa de la muerte de arbolado puede deberse a la sequía.

Sobre todo, en ejemplares con problemas sanitarios y en zonas con escaso suelo, donde las reservas hídricas son tan cortas que no han llegado al mínimo para asegurar su supervivencia, en los cuáles cree que no estaría presente ese hongo, aunque no descarta que exista en algunos casos.

En relación a la eliminación de los árboles secos, la Concejalía informa de que el objetivo sería más paisajístico que práctico, con independencia de casos especiales de árboles en pie secos, en la carretera del Puerto y con peligro de caída sobre la carretera y personas. Considera que es algo secundario retirarlos como prevención de plagas y enfermedades. No obstante, reconoce que ante el elevado número de ejemplares secos, la Junta contempla la tala en sus actuaciones. Existe el precedente de hace tres años cuando se talaron ya 1.000 árboles en Valcorchero.

En relación con el apeo de pies secos, señala la Concejalía, que estos pueden dar cobijo a ciertos quirópteros (entre ellos Myotis bechsteinii) que son especies protegidas y que también pueden ser alimento para plagas de xilófagos (Cerambyx welensii, Cerambyx cerdo, Prinobius myardi), de los cuales el 'Cerambyx cerdo' es una especie protegida.

Por ello estima que es preferible ser prudente en la planificación de la eliminación de pies y tener cuidado de no afectar a dichas especies protegidas o catalogadas, sin olvidar que los xilófagos dañan a árboles enfermos, con lo que la justificación de la eliminación no cree que esté tan clara.

No obstante, señala la Concejalía, el criterio de la Junta de Extremadura es que, en un futuro, habrá que combatir al insecto 'Cerambyx welensii', cuyas larvas horadan la madera del interior de los alcornoques, con trampas para reducir sus poblaciones y evitar sean plaga.