Un conductor desobediente

Hay desobediencias que salen muy caras. Entre ellas, la cometida la noche del martes por un conductor de 41 años que no tuvo reparos en subir a su vehículo instantes después de que una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía le hubiese recomendado que no lo hiciera «porque no estaba en condiciones».

El suceso tuvo lugar en el polígono industrial El Nevero y su origen estuvo en la trifulca que se produjo a las puertas de un conocido local de citas. Al parecer, alguien llamó a la Policía para alertar de que dos hombres trataban de agredir al portero. Esa llamada hizo reaccionar al Cuerpo Nacional de Policía, cuyos agentes se desplazaron a la zona con urgencia.

Al llegar, los policías comprobaron que uno de los hombres que se encontraban a las puertas del local tenía una cadena en sus manos y decidieron requisarla. Del mismo modo, identificaron a los supuestos responsables del intento de agresión, aunque el incidente no pasó a mayores por lo que solo les pidieron sus datos.

Eso sí, antes de marcharse indicaron a esos dos varones que no debían coger el coche porque se encontraban bebidos. Luego, los policías subieron a su 'patrulla' y se marcharon.

Lo que no esperaban estos agentes es que unos instantes después, cuando circulaban por la avenida Antonio Rubio Correa, aún en El Nevero, fueran sobrepasados por un Seat Córdoba conducido por uno de los hombres a los que acababan de pedir los datos. No podían creer lo que estaban viendo, pero rápidamente decidieron darle el alto. Luego, solicitaron la colaboración de la Policía Local para someterlo a la prueba de alcoholemia, pero el conductor se negó en redondo a soplar. Por esta razón lo acusaron de una negativa a realizar el test de acoholemia, un delito que siempre se castiga con penas de cárcel.

Los agentes que levantaron el atestado también acusaron al conductor de un delito de conducción temeraria. No pudieron probarlo con el test de aire, pero sí constataron que el conductor presentaba los síntomas habituales en este tipo de casos.

La Policía Local ha explicado que a este automovilista le podrían ser aplicados dos artículos distintos del Código Penal. Por una parte, el 379.2, donde se contempla para la conducción bajo bebidas alcohólicas una pena de prisión de tres a seis meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de la privación de la licencia de conducir por un mínimo de 1 año y un máximo de cuatro.

En este caso, el juez podría imponerle los trabajos en beneficio de la comunidad, en cuyo caso no habría multa económica ni pena de cárcel. Donde no existe esa posibilidad es en el segundo artículo que se le aplica, el referido a la negativa por alcoholemia, para el que solo existe una pena de cárcel que va de los 6 a los 12 meses, amén de la retirada del carné de 1 a 4 años.

La Policía Local también denunció la tarde del martes, a las 20 horas, por un motorista de 32 años que viajaba a bordo de una Suzuki. Una dotación del Cuerpo Nacional de Policía observó cómo realizaba una maniobra extraña y luego se iba al suelo en la subida a la urbanización de Los Montitos. Por esta razón se acercaron a él y pidieron la presencia del equipo de atestados de la Policía Local y de una ambulancia que lo atendió de los golpes. Dio 0,92 y 0,89, por lo que fue acusado de un delito.