La reforma de Cánovas tendrá que esperar

Cánovas queda a la espera. La anhelada, y prometida, renovación integral del bulevar tendrá que aguardar a que llegue su momento. No lo fue en la anterior etapa de Gobierno del PP, cuando se concibió la reforma. Tampoco pudo ser con el PSOE en el último mandato. Ahora, de nuevo el PP, y pese a que lo ha dotado con una partida presupuestaria dentro del estadillo previsto para inversiones, también vuelve a alargar la decisión para ponerla en marcha.

El concejal de Fomento, Jorge Carrasco, lo justifica por motivos técnicos. Por un lado, los retrasos en la aprobación del presupuesto municipal han impedido actuar hasta ahora. Se han perdido siete meses, razona el Gobierno. Por otro lado, además de la voluntad de ejecutar la reforma y hacer el Paseo y la avenida de España más accesibles, es necesario basarse en un proyecto. Y ese proyecto, primero hay que redactarlo. «No existe», resume el titular de Fomento.

Mientras llega, también habrá que hablar con la empresa concesionaria del servicio de agua. Con anterioridad a las mejoras previstas en accesibilidad, será el turno de Acciona. Deberá acometer, dentro de su plan de inversiones incluido en la nueva contrata, una renovación de la red de saneamiento y agua potable de la zona.

«Hay canalizaciones de más de 40 años que hay que ir cambiando. Una de ellas es la avenida de España. Esa obra -argumenta Jorge Carrasco- debe ser anterior al plan de actuación que queremos hacer en toda la avenida».

El titular de infraestructuras lo tiene claro. «La actuación integral de Cánovas son dos cosas, proyecto y obra. El proyecto no existe. En Cáceres el Viejo, sí estaba. Por eso sale a concurso ya. En Cánovas no. Hay que redactarlo».

Retrasos

A ese detalle se añade el retraso sobre retraso de una de las cuestiones pendientes que más años acumula en los cajones de los últimos gobiernos municipales. Se trataba no solo de incidir en una de las arterias más transitadas en el día a día por los cacereños sino también de poner fin al permanente deterioro del suelo. Cada cierto tiempo es habitual la presencia de los operarios de mantenimiento o de la brigada de obras en Cánovas.

Las losetas que se levantan o rompen se van sustituyendo por otras nuevas. Son pequeñas intervenciones que no llegan más allá, puesto que la lluvia, el suelo arenoso, las raíces de los árboles e incluso la presencia de vehículos en el propio bulevar (el PSOE llegó a colocar pivotes en las entradas, sin éxito) contribuyen a un empeoramiento constante. El PP abordó, sobre el papel, la reforma hace cinco años, ya en el Gobierno.

El PSOE asumió la necesidad de actuar después. Elena Nevado, ya como alcaldesa, retomó el asunto. «Es la avenida de todos los cacereños y vamos a hacerla más accesible», anunció. Lo hizo, además, con cifras. En la partida de Fomento figuran 1,8 millones. 600.000 euros para 2012, 700.000 para 2013 y el resto para 2014.

Es un reto «ambicioso», según Jorge Carrasco: «Pasa por adaptar la zona a la normativa de accesibilidad y darle una imagen totalmente distinta al corazón de la ciudad. Nos hemos marcado un escenario de tres años». Sin embargo, matiza, casi a modo de justificación: «Hemos estado mucho tiempo sin presupuestos. Se nos ha ido un tiempo precioso». Otro matiz más es la renovación de redes que, en principio, correspondería a Acciona. «Primero serían las canalizaciones, luego vendría lo otro», abunda el responsable de obras.

La idea del Consistorio, aún pendiente de fecha, es intervenir «no solo en Cánovas sino desde la Cruz de los Caídos hasta la Fuente Luminosa», sugiere Carrasco. Miguel López, su predecesor, puntualiza: «Ese proyecto era de accesibilidad y estaba hecho. Nosotros hicimos un desglose para iniciar una primera fase desde Plaza de América hasta el Bombo de la Música».

Se quedó en el intento porque la obra era compleja y costosa. De hecho, ya se presupuestaron 1,5 millones entre 2008 y 2010. El propio PP, desde la oposición, denunció que se había «estancado». Ahora los papeles se invierten. Y Cánovas continúa a la espera de una foto, la del cambio, que aún tardará.