El Melilla da emoción a la serie
El Cáceres pierde por los pelos el segundo partido y se encomienda a los dos de casaFrancis Sánchez estuvo a punto de dar la victoria a su equipo con cuatro increíbles triples en los últimos minutos
CLAUDIO MATEOS
Lunes, 21 de mayo 2012, 11:17
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La magia del baloncesto más vibrante revoloteó ayer por el pabellón Javier Imbroda de Melilla, aunque esta vez con resultado desfavorable para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que acabó cayendo derrotado por 93-91. El final fue apoteósico con cuatro triples casi consecutivos de Francis Sánchez con un hombre encima que permitieron a los extremeños remontar una desventaja que se había disparado hasta los ocho puntos (76-68) a cinco minutos de terminar el encuentro. El malagueño, que hasta entonces apenas había aparecido, dejó boquiabierto al pabellón Javier Imbroda con su espectacular acierto, aunque la última posesión, con el partido empatado 91-91, favoreció al Melilla y luego ya no hubo tiempo para que el Cáceres, de nuevo sin Antelo, optase a la victoria.
La semifinal queda ahora empatada a uno, un balance que todo el mundo daba por bueno antes de venir a Melilla. Pese a esta derrota el conjunto verdinegro sigue con el factor cancha recuperado y se encomienda al calor del Multiusos en los dos próximos partidos, que serán el viernes a las 21.00 horas y el domingo a las 20.00.
Hay que destacar por otra parte la buena reacción de los melillenses tras el varapalo sufrido en el primer encuentro de la semifinal. El técnico local, Gonzalo García de Vitoria, había insistido en la necesidad que tenían de intensificar la defensa y eso fue justo lo que hicieron, sacando fuerzas de donde casi no les quedaban para presionar el ataque del Cáceres hasta el punto de que durante varios tramos del partido le costó horrores encontrar líneas de pase abiertas y el juego ofensivo visitante se atascó. Nunca se encontraron cómodos los verdinegros sobre la pista y casi siempre fueron a remolque de un Melilla muy consciente de que su supervivencia en la semifinal pasaba por igualar ayer a uno la serie. Lo contrario les habría dejado casi imposible el pase a la final.
El bombardeo de Francis en los últimos minutos dejó en un segundo plano la también gran actuación de Dani Rodríguez, que anotó incluso un punto más que su compañero (19) y firmó el mismo cuatro de cinco en triples. Él fue el héroe en el tercer cuarto, manteniendo al equipo en el partido ante los constantes arreones del Melilla.
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Ambos equipos iniciaron el duelo con bastante acierto, con mención especial a un Justin Sedlak extramotivado que fue el gran protagonista del primer cuarto con 10 puntos y tres rebotes, participando además de manera activa en todo el jugo del Cáceres. Los extremeños lograron un 8-15 que se vio reducido a 15-19 en este primer parcial. Ya se había comprobado que el Melilla, al menos en defensa, poco tenía que ver con el del encuentro inaugural de la serie. García de Vitoria les había insistido en que tenían que ser mucho más duros y vaya si lo fueron. Odiakosa no se dejaba esta vez intimidar por Williams y durante un rato se hizo el dueño del rebote. La igualdad persistía y al Cáceres le costaba un mundo encontrarse en medio de la maraña defensiva local, que llevó a los extremeños varias veces al límite de la posesión. Una técnica sobre García de Vitoria local por protestar al filo del descanso permitió al Cáceres mantener al menos la igualdad en el marcador (34-34) antes de irse a vestuarios.
La defensa local se endureció aún más en el tercer cuarto, y eso provocaba continuas posesiones al límite del Cáceres y varias pérdidas de balón que el Melilla aprovechaba para mantener el control en el marcador, aunque sin que la distancia llegase a ser nunca en exceso preocupante. Eso fue sobre todo gracias a un Dani Rodríguez que se salió en este cuarto e hizo posible alcanzar el último con un 61-58 que permitía tener controlados los nervios.
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Los diez minutos finales fueron básicamente un duelo de triples entre Salva Arco y Juan Francisco Riera, por un parte, y Francis Sánchez por la otra. En un principio la batalla pareció que se iba decantando definitivamente del lado Melillense, sobre todo cuando adquirió una ventaja de ocho puntos. Pero entonces el malagueño sacó todo ese talento que tiene para clavarla bajo presión en los instantes decisivos de los partidos, como ya hizo en Burgos, y el choque se puso 91-91 con 24 segundos por jugarse y balón para Melilla. Los locales apuraron la posesión hasta el límite y el Cáceres decidió defender y no hacer falta, pero cuando faltaban tres segundos para el bocinazo Leon Williams metió la mano en una penetración de Salva Arco y el alero local pudo ir a la línea de tiros libres. Anotó los dos. Aranzana se había quedado sin tiempos muertos, de modo que el Cáceres sacó rápido para Carlos Cherry y el base sevillano cometió pasos, con lo que el marcador final se quedó 93-91 y el Cáceres con la miel en los labios de haber regresado a casa con un 0-2 que hubiera sido casi definitivo.
Ahora tocará intentar rematar la faena en el Multiusos el viernes y el domingo, partidos para los que el club fijará los precios hoy.
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