«Me han hablado de ser candidato del BNG en San Martín de Trevejo»

Su padre era agricultor, estanquero de San Martín de Trevejo y alambiqueiro.

-¿Iba haciendo aguardiente por las casas como sucede en Galicia?

-Se iba por las casas haciéndolo pero normalmente era para consumo propio, para nuestra taberna. Mi abuela tuvo posada y bar, que luego fue estanco, farmacia, botiquín. Aquí había varias posadas porque San Martín era un punto estratégico en la calzada romana de Santa Clara para la comunicación con Castilla. Aquí dormían y subían luego a El Payo, el primer pueblo de Castilla, a cambiar el aceite por trigo. En el Val do Xálima la tradición de alambiqueiro era muy fuerte. Ahora quedan dos en San Martín. Se iba casa por casa haciendo el aguardiente. Por ejemplo, llegaba el tío Gil y se corría la voz de que había empezado a hacer aguardiente. Entonces iban llegando los vecinos de las casas cercanas con el bagazo, que eran los restos de la uva prensada, para que destilara el aguardiente. El alambique hay que vigilarlo. Una vez que se pone al fuego, ya no se puede apagar durante días y las familias iban trayendo el bagazo y traían también la comida o la cena al alambiqueiro.