Pobres, pero modernas

Una falda bonita pero que ha dejado de servirnos. Un jersey al que ya no le vemos la gracia o una americana de hace varias temporadas que lleva tiempo relegada al lugar más oscuro, inhóspito y abandonado del armario. Estas tres prendas, en buen estado pero que muchos terminan tirando a la basura, cobran vida y pueden generar unos ingresos económicos a sus dueños gracias a la iniciativa de dos empresarias de la ciudad. Gema Jorge y Sara Méndez pensaron que podía ser una buena idea poner en marcha en Cáceres algo que en las grandes ciudades es común: un mercadillo de ropa usada.

La inspiración llegó de la mano de una amiga que vive en Alemania y que les habló de que allí comprar ropa de segunda mano es algo bien visto y habitual. Manos a la obra. Sara, dueña de la tienda 'Monos con pistolas' en la calle Roso de Luna y Gema, que dirige 'Sanatorio de Moda', en la Plaza de la Concepción, lanzaron la convocatoria y recibieron respuesta. El primer 'Mercadillo de la moderna pobre' se celebra hoy domingo en el Sanatorio de la Moda con ropa de siete personas distintas.

Había más interesados, pero las organizadoras decidieron poner un cupo. Han seleccionado muy bien los artículos en venta y han rechazado «zarrios». «No aceptamos la ropa vieja y rota que te pones para estar en casa o cosas llenas de bolas», señala Sara. Se trata de que el que acuda a este mercadillo se encuentre cosas interesantes, limpias, bien expuestas, etiquetadas, y que se las lleve en su bolsa, con total dignidad. «Que nadie piense que va a ser el típico mercado en el que está todo tirado por el suelo o en mantas», destacan. Gema y Sara ofrecen el espacio físico y muebles para exhibir los artículos.

Desayuno y compras

También brindan un desayuno con café y dulces para todos los que acudan a primera hora. Primera hora son las doce del mediodía, cuando abre sus puertas el 'Mercadillo de la moderna pobre'. Dura hasta las tres de la tarde.

¿Y qué puede encontrarse? Pues hay ofertas que parecen interesantes. Lo más caro es un abrigo 'vintage' de 20 euros. Hay gabardinas a 10 euros, vaqueros a 5. Además de ropa pueden encontrarse complementos, bolsos bisutería. Hay marcas, pero también prendas 'low cost' de las 'catedrales' de la ropa popular (Zara, Bershka, Stradivarius). Hay ropa antigua auténtica, piezas de hace varias décadas pero que hoy, a la luz de las tendencias actuales, vuelve a estar de moda.

Los precios los pone el propio vendedor, en función de lo que le haya costado la prenda o del uso que le haya dado. El 30 por ciento del importe del artículo vendido es para las promotoras de este mercadillo, y el resto para el vendedor.

La próxima edición de esta cita se celebrará en 'Monos con pistolas'. La idea es crear una red y que también se unan otros comercios de la ciudad.