ASÍ NOS VA

CUESTA SER BEBÉ EN VERANO

JUAN LÓPEZ-LAGO

Martes, 14 de junio 2011, 02:31

Publicidad

Ahora que alcaldes y resto de la tropa toman posesión de sus cargos después de pasar las últimas semanas dirigiéndose a mayores de edad, que son los que votan, es momento de lanzar un alarido desde la cuna.

Soy un bebé de dos años y estoy indignado. Se habla de gobiernos contra natura, de sueldos vitalicios para los políticos., pero nadie critica y vocea que ¡llega el verano y las guarderías cierran por las tardes!

Nuestros padres, desesperados, nos mudan a donde sea con tal de cumplir en su trabajo. Y yo me siento un paquete de doce kilos. ¿Por qué cierran las guarderías por las tardes? Hay menos niños, dicen, y no sale rentable contratar a las 'profes' que nos cuidan por las tardes. El mercado libre y sus perversos efectos nos afectan de lleno y nadie acampa por nosotros. ¿Quién nos va a dar la merienda?, ¿por qué tengo que hacer amiguitos nuevos y abandonar a los que ya no me pegan y me dejan sus juguetes?, ¿por qué, por qué, por qué?

Los patrones de las guarderías, a los que alimentamos todo el año, miran hacia otro lado y echan el cerrojo cuando no les interesamos. Y nadie controla esto. Todos los años escuchamos de los políticos promesas dirigidas a esa población infantil que nunca nada les reprocha, pero la realidad es que llega mayo y nuestros padres no duermen hasta que no encuentran plaza para mí en un campamento de verano, algo que debería tramitarse con naturalidad y que funciona con favores que hay que devolver. ¿Por qué, por qué?

Publicidad

Esto de las elecciones no es más que una cortina de humo para esquivar un problema que se repite cada año. Si a esto le añadimos que cuando hace calor y sudamos vosotros os pedís una cerveza y a nosotros nos quitáis los zapatitos y poco más, créanme, no es fácil ser un bebé en verano.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Primer mes sólo 1€

Publicidad