La ermita de San Lázaro acoge de nuevo a su Cristo tras siete años de restauración
El Cristo en la iglesia de San Miguel, su hogar de acogida
J. M. MARTÍN
Jueves, 16 de septiembre 2010, 11:37
Publicidad
Los devotos del Cristo de San Lázaro están de enhorabuena, la imagen vuelve a su ermita tras la rehabilitación de la misma. Hace más de diez años que un grupo de devotos, encabezados por su portavoz, Jesús Miranda, comenzaron a reivindicar la restauración de la ermita. «Se encontraba en un estado lamentable, el techo se estaba hundiendo, las humedades eran insoportables y peligraban los retablos central y lateral izquierdo», explica Miranda.
Por fin la ermita abre sus puertas de nuevo y el Cristo de San Lázaro vuelve al lugar que le corresponde. Y lo hace a lo grande, con la celebración de la fiesta del Ramo de San Lázaro, que comienza hoy a las 20.00 horas en la iglesia de San Miguel con una eucaristía y un triduo en honor al Cristo. Posteriormente, será trasladado en procesión hasta su ermita.
Las celebraciones continuarán el viernes y el sábado, ya en la ermita de San Lázaro, con sendas misas y triduos también a las 20.00 horas. El día grande será el domingo, cuando a las 12.00 horas se celebre el ramo y la procesión por las calles del barrio, presidida por el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez.
La restauración de la ermita se ha desarrollado en varias fases, durante alguna de ellas el templo se mantuvo abierto hasta que fue imposible seguir celebrando actos allí. Hace siete años que la ermita se cerró al culto y el Cristo fue trasladado a San Miguel, al iniciar las obras unas fases más avanzadas. Los principales problemas eran los derivados por la excepcional situación del conjunto arquitectónico, que se encuentra encima de una roca próxima al río, con lo que las humedades eran constantes. «Se ha realizado una rehabilitación integral», dice Miranda, «en la que se ha arreglado la techumbre y se ha solventado el problema de las humedades con una mejora del aislamiento», continúa.
Publicidad
Con la rehabilitación se han podido conservar sin desperfectos los retablos. El situado en el lateral izquierdo de la ermita, de cerámica talaverana del siglo XVI, «que era uno de los más amenazados por el hundimiento del techo» según Miranda. Y el central, decorado con pinturas de la escuela toledana de la misma centuria. Ambos son, además del Cristo, los principales tesoros del templo.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión