Al menos 26 muertos en un nuevo naufragio en el Mediterráneo
Los inmigrantes se encontraban a poca distancia de la isla italiana de Lampedusa cuando se hundió la embarcación con la que habían zarpado desde Libia
Al menos 26 muertos, 10 personas desaparecidas y 60 supervivientes deja el último naufragio del Mediterráneo Central, acaecido este miércoles a unas 14 millas náuticas ... al suroeste de la isla italiana de Lampedusa. La tragedia se produjo al darse la vuelta una embarcación que transportaba a alrededor de un centenar de inmigrantes que habían zarpado desde las costas de Libia. En un primer momento los desplazados viajaban en dos barcas diferentes, pero una de ellas empezó a hacer agua, por lo que tuvieron que abandonarla y trasladarse a la otra, que igualmente acabó naufragando. Entre los fallecidos hay una recién nacida y tres adolescentes. Según los datos recopilados por las distintas agencias de Naciones Unidas, desde principios de año y hasta el pasado 11 de agosto perdieron la vida 675 personas en la ruta del Mediterráneo Central. A esa cifra hay que sumar los muertos de esta última tragedia, la más grave de los últimos años que tiene lugar en Lampedusa.
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La Guardia Costera informó de que no cesan las operaciones de búsqueda en la zona donde tuvo lugar el naufragio, descubierto a alrededor de las 11:00 horas por un avión de la Guardia de Finanzas. En la zona hay desplegadas cinco patrulleras y otros medios con la esperanza de que puedan localizarse más supervivientes o de que, al menos, se recuperen los cadáveres de las personas a las que por el momento se da por desaparecidas. Las autoridades advirtieron de que el balance de víctimas es de momento provisional. Desde el pasado mes de marzo Italia no vivía un naufragio de inmigrantes: entonces 6 personas perdieron la vida y al menos 40 desaparecieron al naufragar la lancha neumática con la que pretendían llegar a Europa desde las costas norteafricanas.
El alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, invitó a evitar «instrumentalizaciones políticas» con esta nueva tragedia al recordar que estos episodios se suceden desde hace tres décadas. «Ha habido víctimas con Gobiernos de todo tipo de ideología», recordó, destacando que esta pequeña isla «acoge siempre a los vivos y también a los muertos». La primera ministra, Giorgia Meloni, aprovechó para arremeter contra el «inhumano cinismo de los traficantes de seres humanos, que organizan estos turbios viajes», y recordó que el naufragio se produjo aunque en la zona había varios barcos de salvamento, tanto estatales como de las ONG. «Esta tragedia nos advierte que el obligatorio socorro no es una medida suficiente y que, sobre todo, no resuelve las causas del dramático problema», destacó Meloni.
La oposición de izquierdas le afeó en cambio la batería de medidas aprobada por el Ejecutivo para dificultar y criminalizar la labor de los barcos humanitarios que realizan salvamentos en el Mediterráneo Central. «Estas tragedias son el resultado de decisiones políticas. El Gobierno de Meloni, con leyes injustas y deshumanas, obstaculiza las operaciones de búsqueda y socorro en el mar e inmoviliza los barcos y los aviones de las ONG», criticó Angelo Bonelli, diputado del partido izquierdista AVS. En lo que va de año han desembarcado en Italia cruzando el Canal de Sicilia más de 38.000 inmigrantes, una cifra en línea con la registrada en el mismo período de 2024.
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