Voluntarios trabajan a destajo en las labores de limpieza tras la dana de Valencia hace un año. E.P.

¿Qué hemos aprendido de la dana un año después?

Un meteorólogo, un psicólogo, un ingeniero de caminos, el responsable de emergencias de Cruz Roja y un experto en climatología y riesgos naturales responden a la pregunta

Lunes, 27 de octubre 2025, 00:04

Hace casi un año, la dana que golpeó Valencia dejó tras de sí un trágico balance de 229 muertos y un importante impacto en bienes ... materiales, como vehículos (cómo olvidar esas calles atascadas por montañas de coches unos encima de los otros),  viviendas, centros educativos, comercios, infraestructuras... y decenas de municipios incomunicados. Tras aquella devastación de dimensiones insospechadas, ha habido otras danas, mucho menos severas, pero con una reacción mucho más acorde a las circunstancias por parte de ciudadanos, autoridades y servicios de emergencias. ¿Hemos aprendido algo desde aquel fatídico 29-O? ¿Estamos hoy mejor preparados para afrontar fenómenos meteorológicos extremos, que el cambio climático está haciendo cada vez más frecuentes y virulentos? Estas y otras preguntas son las que hemos trasladado a cinco expertos en una diversidad de áreas que van desde la meteorología, a la psicología pasando por las emergencias y la ordenación del territorio. 

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  1. Rubén del Campo (Lodosa, Navarra, 47 años) Portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)

    «Hemos adelantado la emisión de los avisos y nuestros mensajes son más claros y asequibles»

Rubén del Campo, portavoz de la Aemet. Jesús García

Mensaje

El principal mensaje de la dana es que estamos inmersos en una situación de cambio climático en la que los fenómenos meteorológicos adversos golpean con fuerza. Este verano hemos tenido los incendios forestales y las tremendas olas de calor, y el año pasado, por desgracia, nos tocó vivir un episodio catastrófico de lluvias torrenciales. Por eso tenemos que estar preparados para episodios de este tipo.

Concienciación

Los ciudadanos están ahora más concienciados de que un aviso rojo es un peligro extraordinario. El reto es conseguir mantenerlo en el futuro. Desde la dana, la sensibilidad es mayor en la sociedad y en los gestores de la protección civil, pero la reflexión es que cuanto antes se emitan los avisos, cuanto antes se lancen las alertas por parte de los servicios de Protección Civil, antes y mejor se podrán tomar las medidas para proteger a las personas y a sus bienes. Un mensaje Es-Alert es una alerta que lanza Protección Civil a partir de una valoración del peligro que ellos perciben a través de nuestros avisos. Su emisión es una medida muy seria y es extremadamente recomendable, casi obligatorio, seguir sus recomendaciones.

Mejor información

En la Aemet los procesos de mejora en meteorología son continuos. Por ejemplo, en noviembre de 2024 adelantamos la emisión de los avisos de cualquier color para el día siguiente de la noche a la tarde anterior, pero eso ya estaba previsto hacerlo antes de la dana. Y en las redes sociales tratamos siempre de informar de los avisos rojos con la mayor antelación y con un mensaje más claro y asequible para que llegue mejor al ciudadano. Además, tenemos una hoja de ruta para que la inteligencia artificial mejore los procesos de predicción y de vigilancia.

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  1. Íñigo Vila (Madrid, 52 años), Director de Emergencias de Cruz Roja

    «Estamos invirtiendo en las oficinas de proximidad para poder responder antes»

Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja. R. C.

La lección de la dana

La lección más importante es el acceso a la gente. ¿De qué manera nos podemos preparar en Cruz Roja para actuar en un entorno de proximidad? Esa es la pregunta que nos hemos hecho. Porque cuando hay una catástrofe se produce una solidaridad entre territorios. A Valencia fueron voluntarios de Cruz Roja de Castellón, Alicante, Madrid, Barcelona… Pero por mucho personal preparado que tengas en otros sitios y aunque cuentes con grandes bases de suministros (mantas, camas, artículos de higiene, alimentos…,) si no hay acceso, es imposible llegar. Por lo tanto, ese primer eslabón de cercanía, de proximidad en nuestras oficinas más pequeñas, es en lo que ahora estamos haciendo más hincapié: invertir en nuestras oficinas más próximas a las zonas afectadas, con un mínimo stock de materiales y de formación del voluntariado, para poder dar una respuesta básica a la población. Da lo mismo que tengas diez mil voluntarios dispuestos a ayudar, o vehículos de todo tipo, o miles de mantas y kits de emergencia, si no pueden llegar al sitio porque las infraestructuras están dañadas, cortadas o bloqueadas.

Mochila de emergencia

La dana también nos ha señalado la importancia de contar con una mochila de emergencia en el coche o en casa para estar preparado para aguantar 48 o 72 horas sin ayuda externa y con suministros básicos como agua, comida que no necesita ser cocinada, o una radio.

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Sociedad concienciada

La sociedad está ahora más concienciada cuando recibe una alerta. Y no lo dejaría exclusivamente en las danas. Toda España ha visto la vulnerabilidad que tenemos ante, por ejemplo, un apagón, y cómo te puedes quedar bloqueado por cosas como no llevar dinero en metálico. Es un buen momento para sensibilizar y educar a la población dándole una serie de herramientas para que sepan responder automáticamente a un aviso rojo por parte de la Aemet. Si han lanzado un aviso rojo con alerta, debo modificar mi día de manera inmediata, restringir los movimientos, no utilizar el coche particular, suspender actividades en espacios al aire libre… esto tiene que ser ya un automatismo porque la autoprotección comienza por uno mismo. Es una responsabilidad como ciudadano estar preparado antes, sin esperar a que la administración venga a salvarte. El riesgo cero no existe, pero podemos minimizarlo con esos pequeños automatismos.

  1. Francisco Santolaya (Valencia, 69 años) Pte. del Consejo General de la Psicología de España y decano del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana (COPCV)

    «Los gobiernos deberían concienciarse de la importancia de tener suficientes recursos psicológicos»

Francisco Santolaya, presidente del Consejo General de la Psicología de España y decano de los psicólogos valencianos. R. C.

El impacto psicológico de la dana

El sufrimiento ha venido a demostrar la necesidad de fomentar vínculos afectivos y comunitarios. Los seres humanos tenemos esa extraordinaria capacidad de juntarnos y hacernos fuertes ante los momentos de crisis, pero también tenemos esa facultad lamentable de olvidar rápidamente que juntos somos más fuertes, y no solo frente a las situaciones de crisis o catástrofes. El impacto psicológico de una catástrofe depende de varios factores. Los tres principales son: el impacto real de la catástrofe en cuanto a lo físico, económico y social; el nivel de recursos de salud mental que se puede aportar a la ciudadanía que sufre un impacto de este grado; y el nivel de recursos personales que tienen las personas afectadas. El Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana ha llevado cabo diversas intervenciones que en breve nos permitirán saber el impacto psicológico de la dana tanto en jóvenes como en adultos.

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Más profesionales de la psicología

Los gobiernos deberían tomar conciencia de la importancia de una red de salud con los recursos necesarios en cuanto a profesionales de la Psicología en los centros de Atención Primaria y Atención Especializada. Todos ellos, en conexión con las redes de psicólogos del ámbito de la educación y de la intervención social para ayudar a las personas a aumentar la resiliencia ante otros eventos que, sin lugar a dudas, se repetirán.

Un consejo

El consejo que daría es en una doble dirección: resaltar la importancia de la unidad familiar y el apoyo entre iguales y reclamar a las instituciones tanto a nivel nacional como autonómico, unos servicios que cuenten con los recursos psicológicos suficientes para atender a las demandas que se susciten.

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  1. José Trigueros (Madrid, 72 años) Pte. de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos

    «Los ingenieros teníamos que haber insistido más en la necesidad de acometer las obras hidráulicas paralizadas»

José Trigueros, presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. R. C.

El principal aprendizaje

Mi aprendizaje ha sido que no hay que caer en el desánimo para seguir reivindicando infraestructuras que salvan vidas y bienes. He aprendido a perseverar, a no tirar la toalla en ningún momento porque en situaciones como la dana, unas buenas infraestructuras habrían evitado muertos y pérdidas económicas. Concretamente en Valencia, me refiero a las obras hidráulicas que estaban previstas, como el desvío del barranco del Poyo. Pero se fue dejando, se fue dejando… y quedaron paralizadas. El desánimo surge cuando te dices, ¿por qué no insistimos más en aquello que teníamos planificado desde hace más de diez años? Igual los ingenieros lo hemos hecho mal al no insistir más en este tema. Por eso digo que mi principal aprendizaje es que no nos cunda el desánimo a la hora de insistir.

Viviendas en zonas inundables

Una dana como la de Valencia puede volver a suceder y soy partidario de que si hay que rehabilitar una vivienda afectada en una zona inundable, yo siempre dejaría los bajos exentos y viviría a partir de la primera planta. Y tampoco haría parkings subterráneos, sino en altura. También repensaría la planificación urbanística de suelo urbanizable en zonas inundables. Hay que cambiar esa calificación de suelo urbanizable y dedicarlo a usos lúdicos o deportivos para que en caso de un aviso rojo no haya riesgo para las personas. Insisto hay que repensarse muy mucho la construcción de viviendas en zonas inundables, incluidas las de costa, porque el nivel del mar está subiendo y viviendas que estaban antes protegidas, van dejar de estarlo. Y tampoco podemos llenar de diques el litoral.

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  1. Jorge Olcina (Alicante, 59 años) Catedrático en la Universidad de Alicante y experto en climatología y riesgos naturales

    «Un aviso de peligro tiene que llegar de forma inmediata a la población»

Jorge Olcina, catedrático de la Universidad de Alicante y experto en climatología y riesgos naturales. R. C.

La importancia de la información

La mayor enseñanza que nos ha dejado la dana es que cuando no se avisa con tiempo a la población en una situación de riesgo por lluvias torrenciales hay un alto porcentaje de que ese episodio se convierta en una tragedia. Teniendo un aviso meteorológico desde las 7:36 de la mañana, daba tiempo de sobra para haber alertado a la población. Por tanto, la principal lección es que una sociedad bien informada es una sociedad más segura y menos vulnerable ante este tipo de de eventos. Si hay un aviso de peligro, tiene que llegar de forma inmediata a la población. (El estridente pitido del mensaje Es-Alert no llegó a los móviles de los valencianos hasta las 20.1, cuando la tragedia ya se había consumado). Eso es lo más destacado porque la desorganización del territorio o la mala ocupación no es algo únicamente propio de la Zona Cero de la dana, es un problema extendido en toda España y especialmente en el litoral mediterráneo.

Población más sensibilizada

Desde entonces hay una mayor sensibilización a la gestión de este tipo de episodios y lo hemos visto en otras danas, en las que se ha avisado con tiempo suficiente para reaccionar y la gente estaba concienciada del peligro que podía correr. En algunos casos se han lanzado alertas rojas y luego no ha llovido tanto como se preveía, pero son situaciones de difícil pronóstico. Pero el hecho de dar un aviso meteorológico de máximo nivel es determinante para paralizar la actividad normal y hay que adoptar las precauciones establecidas en los protocolos de gestión de emergencia. En algunos organismos se han creado sistemas propios de aviso. Nosotros en la Universidad de Alicante hemos establecido un protocolo de actuación y en la web tenemos un semáforo con los tres colores (amarillo, naranja y rojo) que informa a los estudiantes.

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Las dos lecciones negativas

La dana también nos ha dejado lecciones negativas, como el desencuentro entre administraciones. El Gobierno central y el autonómico han creado dos comisiones de dana y han elaborado dos planes de reconstrucción. Esto ya habla bastante mal de lo que tiene que ser una actuación conjunta en este tipo de de tragedias. Y esta dualidad va a lastrar el ritmo de recomposición de la zona porque no hay una coordinación engrasada al 100%.

Y otro aspecto para mí muy negativo es que no se haya contado apenas con la población afectada, especialmente con las asociaciones de víctimas. Cualquier hoja de ruta que se trace para el futuro de los municipios afectados, si no cuenta con la población, está condenada al fracaso y parece que las administraciones no se quieren dar cuenta de eso. Hay que escuchar a la gente, saber qué piensan de lo que pasó y las soluciones que proponen.

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