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El Águila Imperial en el hospital AMUS AMUS

Devuelven a su hábitat al águila imperial que recibió 40 perdigonazos

Desde que se recibió el Águila Imperial al hospital de AMUS en febrero han sido meses de una constante lucha que ha terminado con las mejores noticias

Lorena Sánchez Fernández

Viernes, 8 de julio 2022, 13:09

La satisfacción es el mejor sustantivo que describe lo que se percibe nada más entrar en las puertas del hospital de AMUS y la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura. El motivo de esta alegría se debe a que han recuperado uno de los especímenes del Águila Imperial que llegó con cuarenta perdigones de plomo por disparos en el cuerpo, con un ojo perforado por una rama y fracturas en las dos alas.

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Este ejemplar será liberado el próximo lunes, día 11, a las 09.00 horas, en el Hospital de AMUS, y al mismo está prevista la asistencia de la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, Olga García.

El ejemplar irá provisto de un emisor GPS que permitirá seguirlo y conocer al detalle todo su proceso de adaptación, como cuenta en nota de prensa AMUS.

A pesar de tener alojados más de cuarenta perdigones de plomo por un disparo en diferentes partes de su cuerpo, haber perdido uno de sus ojos y llevar las dos alas con fracturas operadas tras su paso por quirófano, este ejemplar de Águila imperial Ibérica será liberado.

El logro de esta operación se le atribuye al despliegue técnico, que sin el apoyo de la consejería y AMUS, que demuestran el mayor afán posible en dar las mejores respuestas a las amenazas de las especies en peligro de esta tierra no habría sido posible.

El ingreso de este águila en el AMUS fue en febrero de 2022. Los conocimientos, la experiencia, la constancia y, sobre todo, la pasión de cada uno de los profesionales que han formado parte de esta operación han sido las claves fundamentales para que pudiese salir hacia delante.

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Lince, buitre y cigüeña

Como recuerda AMUS, el bosque mediterráneo es el verdadero hábitat de esta especie. De hecho, junto al lince, el buitre negro o la cigüeña negra es uno de los elementos biológicos más endógenos. Sin embargo, el ser humano a partir de años 50 comenzó a dejar su huella, y no precisamente para acciones buenas, en el espacio de estas aves: los tendidos eléctricos y el veneno predominaron invadiendo su lugar.

Extremadura, con sus espacios verdes como Monfragüe, Sierras de San Pedro, Sierras de Azuaga o Llenera, se ha convertido en «uno de los más importantes bastiones poblacionales», ya que en la actualidad existen más de cincuenta parejas reproductoras de 330 censadas en España que también se encuentran repartidas en Andalucía, Castilla la Mancha y Madrid.

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La Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura y AMUS llevan años de constantes relaciones donde la conservación de la diversidad es el principal motivo de estos enlaces, según confirman. La satisfacción de la recuperación de este ejemplar ha conllevado que García García, Consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, quiera realizar un acto para devolver a la especie a su medio natural.

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