Robe Iniesta es profeta en su tierra

Robe no es el único placentino de su banda, el batería Alber Fuentes, es el otro. Sus compañeros les dejaron tomar protagonismo y ellos se emocionaron ante los suyos.

Por lo demás, pocas novedades sobre el escenario. Una primera parte con lo mejor de Robe y alguna pincelada de Extremoduro, una segunda con 'Mayéutica' al completo y sin pausas y para acabar con los vises con algunos de los indispensables de la carrera de Robe Iniesta.

«Este concierto es especial, porque Robe canta en su ciudad y esto añade un plus de emoción que no quiero perderme». Iosune ha viajado desde Alsásua (Navarra) para exprimir al máximo «una actuación especial de quien hace la música que de verdad me llena». Por eso ella y su pareja, Íñigo, una con el móvil y el otro con el ordenador, intentaron una y mil veces comprar las entradas, hasta que lo lograron, para ver a Robe en Plasencia.

«Estoy muy nerviosa, porque voy a verle», reconoce Lorena mientras aguarda en la fila a que se abran las puertas del Palacio de Congresos. «Porque verle me pone la piel de gallina». Esta barcelonesa ha llegado a la ciudad con su pareja, José Antonio, «para verle actuar en su tierra», para experimentar las sensaciones de una actuación diferente a las otras muchas que han visto.

Porque la inmensa mayoría de quienes han acudido a la cita con el artista en su ciudad le siguen allá donde va, allá donde pueden «para disfrutar de unos conciertos en los que no hay paja», asegura Fernando Toledo, de Don Benito. «Porque en los conciertos lo da todo; si, además, es en su ciudad...».

Lo dice junto a su hijo, de 13 años, que se llama como él. «Robe mezcla rock con poesía y es algo que me encanta», añade el adolescente.

Y es esa unión intergeneracional que representan Fernando y su hijo, pero también los placentinos Juan Pedro y Lucía, padre e hija, la que pone de manifiesto «la grandeza de un artista cuyas letras llegan a todos, de unas letras que a medida que las escuchas vas descubriendo nuevas cosas», coinciden. De un cantante que «ha alcanzado la madurez absoluta; sus discos, los últimos, son una obra maestra y la mezcla de instrumentos que realiza es, simplemente, puro arte», valora Juan Pedro.

Por eso Chus está pletórica en los primeros puestos de la fila de entrada y apenas puede disimular lo que está experimentando. «Este es mi primer concierto, estoy a punto de llorar; porque es Robe y voy a verlo con mi hijo». Porque, de hecho, ha sido su hijo Diego el que la ha aficionado al cantante placentino y el que, además, le ha regalado la entrada para poder venir juntos desde Logrosán «y emocionarnos con Robe en Plasencia», dice Diego.

Porque son emociones las que el compositor placentino revuelve con sus letras y su música y lo que hace que Carlos e Iris, de Badajoz, no puedan dejar de escuchar 'Mayéutica', su último disco, el que centra la gira 'Ahora es el momento'. Lo mismo que les sucede a Ángel, Alba y Cristina, primos de diferentes edades y llegados desde distintos puntos de la región que se han encontrado en Plasencia para ver «un concierto sentido de verdad».

Saben que así será Fernando, Isabel y Juan Antonio, tres de los muchos placentinos que siguen la trayectoria del artista desde sus inicios, «desde los ensayos en la casa de salud», recuerdan. Por eso esperaban con ganas verle de nuevo en casa, donde no actuaba desde el concierto que ya como Robe ofreció en 2017 en la plaza de toros.

Todos ellos y muchos más –las 757 entradas puestas a la venta se agotaron en apenas cinco minutos– pudieron hacerlo anoche en el Palacio de Congresos, donde este verano ha preparado la gira y donde minutos antes de comenzar el primer concierto en Plasencia –este sábado será el segundo– realizó los últimos ensayos con un público de excepción, una veintena de usuarios de Placeat a los que invitó y a los que emocionó. «Nos ha entusiasmado a todos, ha sido genial, estamos encantados», resumió un responsable de la asociación que trabaja con personas con discapacidad intelectual.

Robe encandiló a los usuarios de Placeat y a todos los que anoche pudieron escucharle en casa...