El Palacio de Congresos de Plasencia abre sus puertas a las mascotas

Es cada vez más habitual en establecimientos hoteleros, tiendas, restaurantes y centros comerciales. En Plasencia, por ejemplo, donde hay más de 13.000 perros censados y parques destinados a ellos, pueden entrar en Parada de la Reina o Amado Charra, entre otros, o en el Carrefour, aunque en este caso limitado al pasillo central y no a la zona de alimentación.

Lo que es infrecuente todavía es que se permita el acceso de las mascotas a los edificios públicos, más allá de los perros guía, adiestrados específicamente para ayudar a una persona ciega o con una discapacidad visual grave en sus desplazamientos.

Pero Plasencia ya cuenta con el primer edificio público que ha dado un paso al frente y se ha sumado a la llamada filosofía 'pet friendly'. Es el Palacio de Congresos, dependiente de la Junta de Extremadura. La dirección de este edificio público, que ha colgado el distintivo identificativo, ha tomado la iniciativa atendiendo a la demanda creciente de sus usuarios.

«Los perros, gatos u otros animales domésticos pueden entrar en el Palacio de Congresos de Plasencia», afirma su directora, Cristina Cano. «Son muchos los colectivos que demandan esta iniciativa, a la que año tras año se suman más establecimientos; el palacio no podía quedarse atrás y hemos decidido dar un paso en este sentido y permitir el acceso de las mascotas», explica.

Cristina Cano deja claro que «nos sentimos muy identificados con esta filosofía respetuosa con los animales, y no nos parecía justo que alguien que, por ejemplo, venga a hacer una visita guiada al edificio, no pueda venir acompañado de su mascota, tal y como nos han pedido en numerosas ocasiones». Por eso, en atención a estas peticiones, el Palacio de Congresos ha dado el paso al frente para «permitir que las personas puedan disfrutar de este edificio acompañadas por sus mascotas y haciéndoles sentir a todos los usuarios que acceden a nuestras instalaciones que somos un edificio acogedor, amigable, respetuoso con los animales, y que se pueden sentir como en casa, puesto que para los dueños que vienen al edificio, sus mascotas forman parte de la unidad familiar».

Las normas

No obstante, Cristina Cano deja claro que la adhesión al movimiento 'pet friendly' lleva aparejada unas normas: «Las mascotas deben mantener una conducta adecuada, deben presentar un comportamiento y estado de higiene y sanitario correctos».

Pero hay más. «En todo momento el animal debe ir sujeto con una correa adecuada a las características y tamaño del mismo (no podrá ser extensible ni mayor de metro y medio de largo), caminar junto a su dueño o ir en un trasportín o carrito que permita su control por parte de su propietario».

Además, aquellos que, por la regulación vigente, precisan de bozal, los llamados perros peligros, «tienen que llevarlo en todo momento en el interior del edificio». Y el dueño «es el responsable de cualquier desperfecto o suciedad causada por el animal en el interior del Palacio de Congresos», concreta también la dirección, que ha establecido las normas para que la integración de las mascotas en las actividades del edificio se lleve a cabo con todas las garantías.

Y por el momento el resultado es positivo: «Claramente, sumarnos a este movimiento lo único que nos ha traído son ventajas, la experiencia está siendo muy buena», resume Cano. «La última actividad a la que asistieron las mascotas se produjo en el Festival de Música y Gastronomía, tuve la oportunidad de hablar con sus dueños y lo que me trasmitieron es que podían compartir tiempo de ocio también con sus animales, y se mostraron muy felices por la iniciativa».