Buenos días! En caso de que no nos volvamos a ver: «Buenos días, buenas tardes y buenas noches»; así saludaba Truman, el protagonista de la ... película dirigida por Peter Weir allá por 1998.
Publicidad
Reconozco que es una de las películas que más me han impactado, por si alguien anda despistado, os cuento: una cadena de televisión adopta un bebé con la finalidad de grabar cada minuto de su vida, totalmente manipulada, escrita, guionizada y dirigida.
Al cabo de 30 años es una serie tan popular que consigue crear dependencia a los espectadores, no en vano conocen a Truman desde que nació y lo consideran parte de su familia. A su vez, los espectadores del filme de Weir empatizan con Truman. A mí me parece que es una alabanza a la filosofía, pues todo tiene doble sentido.
Todo esto viene a santo de que, cada día que pasa, este ‘Reality Show’ que es nuestra vida me parece más de ciencia ficción. Hace poco pude ver una entrevista que Jordi Évole hizo a Macarena Olona, la ex de Vox. En ella se mostraba antagonista con la Macarena que todos conocíamos y, según dice, por exigencias del guion. El programa fue un tostón de libro. Aunque bien es cierto que se destaparon algunas tapas de las cloacas. Partidos manejados desde el exterior, fundaciones que reciben el traspaso de los dineros que damos a los partidos, poderes fácticos de fundaciones-sectas como El Yunque, Hazte Oír o Citizen Go, Faes, Ideas para el progreso… llegando a conclusiones tan locas, como que uno de los referentes políticos de Olona es don Julio Anguita (aquí echo de menos un emoticono con ojos desorbitados).
Publicidad
Lo único que no entiendo de todo este embrollo es que, si la señora Olona es abogada del Estado y ve todos los indicios de delito que ha expresado, ¿por qué no los denuncia?
Nada es lo que parece, ahora resulta que el profesor Ramón Tamames (economista nonagenario y ex dirigente del PCE) presentará junto a la ultraderecha una moción de censura al Gobierno. Y así todo; la guerra de Ucrania magnífico negocio para los fabricantes y traficantes de armamento, priorizan a los conflictos de los que ya no hablamos (porque nos hemos acostumbrado a ellos) Somalia, Etiopía, Armenia, Yemen, Haití… ya no rentan, ya no les queda apenas nada, para gastarse.
Se ha intentado con Brasil, dentro de poco Nicaragua (otra vez más).
Crisis, inflación, burbujas, desahucios, hipotecas, combustible, luz, compra… todo parece orquestado, escrito en un maléfico guion como esos obstáculos de humor amarillo para una película en la que los poderosos se descojonan al ver cómo los concursantes caen una y otra vez. Si alguno escapa, queda la gran prueba de la salud: la física con la pandemia o la salud mental de la que ya apenas unos pocos escapan.
Publicidad
A veces miro a ver si encuentro las cámaras ocultas.
No las veo.
¡Acción!
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión