Vladímir Putin recurre al manual de la Guerra Fría para responder a las sanciones de Estados Unidos contra Rosneft y Lukoil, las mayores compañías energéticas ... de su país. El autócrata ruso aparece de uniforme para resucitar la amenaza nuclear, ahora a cargo de un misil de crucero de 14.000 kilómetros de alcance. Una reacción de impotencia ante el castigo anunciado por Donald Trump, que al parecer se habría hartado de que las maniobras dilatorias del Kremlin para abordar el fin de la guerra en Ucrania ensombrecieran el papel de 'pacificador en jefe' que reclama después de la imperfecta tregua conseguida en Gaza. Las medidas contra las fuentes de ingresos que alimentan su maquinaria bélica representan un pinchazo, siquiera temporal, de la estrategia de seducción de Putin hacia la Administración Trump. El giro de guion del republicano da entrada a interlocutores tradicionalmente 'duros' con Rusia, como el secretario de Estado, Marco Rubio. El responsable del Tesoro, Scott Bessent, aparece igualmente como impulsor de las sanciones. Aunque también es el que permitió el acceso del 'consigliere' de Putin, Kirill Dmitriev, despachado de urgencia el fin de semana a Washington para renovar la propaganda favorable a preservar las relaciones bilaterales por encima de las atrocidades cotidianas contra los civiles ucranianos.
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La trayectoria errática de Trump en estos nueve meses de presidencia invita a acoger con prudencia lo que puede terminar con otro vaivén de péndulo. El presidente de EE UU se reunirá el jueves con Xi Jinping, en el marco de la cumbre Asia-Pacífico. Además de que espera zanjar la guerra comercial con Pekín, el republicano intentará que el principal socio comercial de Rusia deje de ejercer de salvavidas de Putin en su aventura expansionista en Ucrania. Trump, sin duda, enfoca las sanciones como una táctica de negociación, no de ayuda a Kiev. Pero en cualquier caso respalda el esfuerzo de los aliados europeos en el objetivo común de dificultar el acceso del petróleo y el gas rusos al mercado global. La negativa de EE UU a vender misiles de largo alcance se puede compensar con una inversión creciente en la producción nacional ucraniana. A este fin, la Unión Europea debe perfeccionar cuanto antes el sistema propuesto por la Comisión para destinar los 140.000 millones de activos rusos congelados a las necesidades financieras de Kiev.
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