Agitar antes de leer

Mercado de todas las culturas

Marce Solís

Viernes, 14 de noviembre 2025, 01:00

Con la suspensión del mercado de las Tres Culturas en Cáceres, la ciudad ha perdido su cita anual con la pseudohistoria de cartón piedra. La ... cancelación ha supuesto un vacío existencial desprovisto de jabones de glicerina con aroma a cereza, pizzas en hornos estilo food truck, espadas de Taiwán y hasta fundas para el móvil con escudos heráldicos, en un entorno kitsch con estandartes y banderas dignos de una serie de televisión de bajo presupuesto. Lo único real es el precio de los productos.

Publicidad

Pero ¿por qué limitarnos solo a tres culturas, si Cáceres es un crisol de muchas más? Seamos ambiciosos y, aprovechando el ahorro de este año, contratemos para el próximo el magno 'Mercado de todas las culturas'. ¿No somos Patrimonio de la Humanidad? Pues demostrémoslo con espacios para todas las culturas, desde la gitana, la cultura LGTBIQ+, la rural, la urbana, la migrante, sin olvidar la de tercera edad, la millennials, la low-cost y todas aquellas que nos definen. Un mercado donde el criterio es simple y democrático: si es cultura viva, tiene un puesto.

Y si la gestión de tantas culturas resulta demasiado costosa, propongamos otros acorde a la realidad socioeconómica de Cáceres: el 'Mercado del anfitrión turístico'. En una ciudad donde el número de anfitriones y apartamentos turísticos supera ya al de vecinos tradicionales, estos propietarios son una nueva élite que merece su propio foro. No solo se venderían estrategias de management, gestión de ingresos, optimización de reseñas en internet, manuales para convertir cualquier cuchitril en un 'alojamiento experiencial' y software que calcula el precio del alquiler según el huésped. También exhibición y venta de lo último en seguridad y acceso, apertura de puertas inteligentes, métodos biométricos de reconocimiento facial, cerrojos electrónicos, sensores de ruido para detectar fiestas y hasta asistentes virtuales que saludan en todos los idiomas. Lo necesario para que el huésped se quede contento y el propietario gane más.

Y si esta iniciativa funciona, el año siguiente como contrapunto necesario un mercado sobre cómo combatir la gentrificación, destinado a los que tienen que soportar el exceso turístico.

Otro que podría funcionar bien sería el 'Mercado de lo paranormal y lo sobrenatural', donde la realidad brilla por su ausencia. Con stands y sets dedicados a fenómenos inexplicables que desafían toda lógica y toda ciencia. Con puntos de percepción extrasensorial, exhibiciones de posesiones demoníacas, contactos con el más allá, ovnis, extraterrestres, fantasmas, telepatía, esoterismo, ocultismo, espiritismo, brujería, vudú, satanismo, lugares embrujados, misterios sin resolver, adivinación, comunicación con los muertos, reencarnación, teorías de conspiración e incluso el negacionismo.

Publicidad

Y en una ciudad tan beata: el 'Mercado de la fe y las religiones'. Todas las creencias juntas en la Plaza Mayor: religiosas, filosóficas y hasta pseudocientíficas. Con venta y exhibición de merchandising devocional y 'paquetes de salvación' low cost.

Y tengo más: 'Mercado del algoritmo', 'Mercado del influencer' o el 'Mercado de la nostalgia'.

Mercados para todos los gustos porque hay vida (y negocio) más allá del medievo y las tres culturas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Primer mes sólo 1€

Publicidad