Los aranceles, el corcho… y la dehesa
Tribuna ·
Las consecuencias son imprevisibles y el producto estrella, el tapón, lo va a notar en las operaciones en curso ya que el mercado americano está entre los de mayor consumo de vino embotellado, así como el de tapón de corcho para sus vinos de alta gama y todo ello ante la indefinición de represalias y planes de TrumpLos aranceles son tributos, derechos de aduana o impuestos que se aplican sobre bienes comerciales que se importan o exportan de un territorio. Existen desde ... hace siglos y su origen se sitúa en el II milenio a. C., en Mesopotamia y la primera prueba escrita surge en Palmira (Siria) en el año 137 d. C, como parte del Imperio Romano en tarifas a los comerciantes por entrar o circular por el territorio. Desde 1717, sin actividad industrial todavía, el corcho, sin darnos cuenta, formaba parte de nuestro entorno en muy variadas formas gracias a la habilidad de nuestros antiguos artesanos, utilitarios de taninos para curtir pieles en sus tenerías, creadores de colmenas y asientos, baldosas para suelos, pilas de lavar, belenes, flotadores o tapas para cántaros hasta las improvisadas tejas de la villa de Valencia de Alcántara. Mientras, allá en Bellcaire de Llenguadoc se desarrollaba una feria de gran actividad comercial, dadas las favorables condiciones económicas de la Europa cercana y consumidora de los mejores productos, teniendo a nuestro corcho cómo principal complemento de los afamados caldos franceses. Era el inicio de la llegada de catalanes, alemanes, franceses y, principalmente, ingleses que harían de puente con EE UU en busca de nuestro corcho y, tambien, el final de su uso artesanal.
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En el gobierno de Carlos III y concretamente desde las Sociedades Económicas de Amigos del País, creadas por su ministro José de Gálvez, en su impulso a la reforma de la agricultura, se interviene ante el temor de varios ayuntamientos extremeños por la salida de la materia prima que les genera la actividad de fabricar tapones a mano, a partir de «cuadradillos». Para evitar el paro local, se decretan medidas de protección estableciéndose elevados derechos a la importación, a las que replican los compradores de manufacturados de corcho queriendo llevarse el corcho sin elaborar. Es por la Real Orden del 18 abril de 1787, que el Gobierno las revoca el 9 de noviembre del mismo año «…con un incremento de los aranceles» permitiendo la salida de corcho en plancha. El 25 de enero de 1837 se dicta Real Orden «…sobre la extracción de corcho con destino a Portugal, fijando el pago de 12 reales por quintal», sobresaliendo la figura de Pedro Antonio Redondo, administrador de la aduana de Alcántara, «…haciendo ver al Parlamento el perjuicio causado al agricultor extremeño por la prohibición de exportar corcho ante el monopolio ejercido a través de arrendamiento de las dehesas para el aprovechamiento de los alcornocales». Son reveladoras estas citas ante la incongruente situación de entonces ya que mientras en 1850 se prohibía el uso de «máquinas de garlopa» para hacer tapones, hay una envidiable actividad periodistico-corchera en la que destaca el 'Nuevo Diario' de Badajoz y 'Cuadros y tapones', de Jerez de los Caballeros y, sobre todos, en Alburquerque el periódico 'El Taponero' en una destacada campaña contra de la exportación de corcho consiguió que las Cortes de 1877 votaran imponer un derecho de exportación al corcho sin elaborar.
Está claro que el tema de los aranceles no es nuevo para el sector corchero, que ha pagado cara la incongruencia de no haber sabido industrializar en origen y permitiendo, casi siempre, su utilización y desarrollo en manos de foráneos. Habiendo desoído la propuesta de Américo Amorim, en la Cámara de Comercio de Badajoz, el 17 de marzo de 1977, que proponía la creación de un Mercado Ibérico del Corcho, lo pasamos mal cuando el ministro García Diez, firmaba el BOE de 14.07.79, en el que se daban las previsiones previstas para la libre exportación de corcho sin condición alguna y un amplio capítulo de nuevas normas a cumplir, tal cómo nos había pronosticado el magnate portugués del corcho. Y aprendimos la lección organizándonos en la Asociación de Empresarios del Corcho Asecor y agrupándonos en el Comité Asesor del Corcho Cancor con andaluces y catalanes compartiendo representatividad con los ministerios de Hacienda, Industria y Agricultura. Y, con el apoyo y consenso de la Junta de Extremadura, presentamos al entonces ministro de Exteriores, Fernando Morán, el 'Estudio sobre producción e industrialización del corcho extremeñoi.
La incoherente situación actual nos recuerda aquella llegada del Mercado Común y el sacrificio realizado hasta aquí, con globalización o sin ella. Las consecuencias son imprevisibles y el producto estrella actual, el tapón, lo va a notar en las operaciones en curso ya que el mercado americano está entre los de mayor consumo de vino embotellado, así como el de tapón de corcho para sus vinos de alta gama y todo ello ante la indefinición de represalias y planes de Donald Trump. Es evidente el mal trago para nuestra industria corcho-taponera que supongo estará contemplado ya por la Administración en cualquier versión de ayuda, financiación y eliminación de burocracias, al mismo tiempo que la perspectiva de mercados alternativos, que nuestras empresas saben siempre encontrar. La creación de la Crown Cork&Seal Corp., en Baltimore, nos preocupó mucho por el gran consumo de determinada materia prima, los corchos delgados, luego, la sustitución del disco en la Coca Cola y de juntas para la industria del automóvil nos quitó un problema de dependencia. Ante la situación anómala e imprevista creada, es imprescindible preparar con expertos alejados de ecoalarmismos un Plan Industrial Estratégico, que contemple creación de mano de obra industrializando aquí, además de investigar el desarrollo de otras aplicaciones y características de ésta inigualable materia prima que es el corcho y del que somos privilegiados depositarios en todas sus alternativas. Tenemos la ventaja de disponer de un Instituto del Corcho dotado y capacitado como nunca tendrán los alcornoques de Trump.
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Y, de una vez por todas, en este momento transcendente, con el esfuerzo de todos podremos revertir esta situación. Debemos recordar que nuestros alcornoques, con una media de 150 años, siempre han formado parte de nuestras vidas en el incomparable marco de nuestra dehesa. Es un privilegio que los extremeños tenemos y no vamos a perder o, al menos, por el que creo que algunos estamos dispuestos a luchar.
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