El futuro de la ingeniería en Extremadura

Estrategias para fomentar vocaciones en ingeniería. La opción por las ingenierías requiere un trabajo de motivación desde los primeros años escolares y durante la formación profesional y universitaria. Esta voluntad de impulso implica tanto a docentes como a profesionales, conviniendo incidir en las cualidades de esta profesión y, entre ellas, la perseverancia en los objetivos y así evitar el abandono en los primeros años ante los desengaños académicos.

La implicación docente en el cultivo de vocaciones ingenieras –especialmente en educación infantil y primaria– requiere una predisposición que, en ocasiones, no existe. Para romper estas inercias es necesario ampliar su magisterio universitario en habilidades técnicas y científicas.

La elección de las ingenierías requiere una orientación activa, promocionando el conocimiento científico con la participación en actividades prácticas o planteando retos reales. En esta dinámica es muy relevante la introducción en los centros educativos de asignaturas optativas tales como programación robótica, diseño 3D y similares.

Fomentar vínculos entre el entorno educativo, los profesionales de la ingeniería y el sector industrial. Es necesario promover iniciativas que permitan la interconexión entre la educación y la empresa, aprovechando el propio ámbito geográfico, con acciones diversas tales como visitas a fábricas o centros de investigación, así como mentorías con ingenieros profesionales.

Incrementar el papel de los colegios profesionales como puntos de referencia no sólo respecto de los ingenieros en proceso sino también de los ingenieros en potencia. Así, mediante la elaboración de materiales educativos y encuentros profesionales –como las Ágoras Vedruna–, los colegios profesionales pueden dar a conocer la ingeniería de primera mano, como una opción profesional marcada por su diversidad, el éxito laboral, y un horizonte de oportunidades.

Se constata que la sociedad valora positivamente a los profesionales de la ingeniería como implementadores de ideas, mejoradores de procesos y creadores de soluciones que benefician a todos. Este reconocimiento social debe ponerse en valor en tanto que es un mérito que puede animar hacia la vocación ingeniera, especialmente a las futuras mujeres ingenieras.

Retos para atraer y fijar talento ingeniero en Extremadura. Potenciar los programas de empleo para recién egresados, pero con unas condiciones que permitan la promoción posterior y con salarios acordes a la realidad regional. En este sentido, se pone como ejemplo de buenas prácticas el 'Futura Program Trainees', una iniciativa empresarial privada para atraer talento ingeniero y entrenarlo en habilidades específicas; se trata, de una inversión de futuro para las empresas.

Se precisa revisar el sistema de ayudas a la contratación. Las condiciones de las actuales convocatorias exigen que las empresas abonen a los participantes unas retribuciones que están por encima de la de sus compañeros de trabajo. Esta distorsión supone un hándicap al terminar el periodo subvencionado, pues si quieren optar por continuar en la empresa tendrán unas condiciones salariales menos ventajosas, lo que implica una fuga de talento que, además, ha sido formado en la propia empresa.

Debemos reducir la brecha actual entre los conocimientos y habilidades adquiridos durante la enseñanza y los requeridos para el ejercicio profesional en cuestiones como la digitalización, la IA o el manejo de softwares de diseño asistido. La enseñanza no puede permanecer al margen de las nuevas tecnologías; es más, los centros educativos deben apostar por la digitalización como una herramienta fundamental y ser pioneros en enseñar a su alumnado a manejarlas desde un uso ético y consciente.

Los profesionales debemos ayudar a desmontar mantras peyorativos que persisten sobre las escuelas técnicas de ingenierías en Extremadura, porque no se corresponden con la realidad. Puede ser cierto que en nuestra región, en comparación con otros territorios, las inversiones en la formación universitaria son más modestas, pero los profesionales resultantes cubren con creces la solvencia que se les demanda.

Extremadura tiene el reto de desfocalizar el talento ingeniero de tal forma que no sólo se centre en el sector público, sino que también se potencie el sector privado, ya como autónomo ya en el sector industrial, como una fuente de oportunidades para desarrollar el talento y la carrera profesional.

Oportunidades de Extremadura en el ámbito del desarrollo industrial y tecnológico. En los últimos años el sector industrial en Extremadura está en crecimiento como consecuencia de la puesta en marcha de diferentes iniciativas empresariales (instalaciones solares, minería, diamantes, baterías, renovación nuclear…). Sin embargo, no se percibe una estrategia regional industrial que marque el rumbo, a medio o largo plazo, y que permita a los ingenieros orientar su talento creador hacia el desarrollo de emprendimientos.

Un reto pendiente para evitar el éxodo de talentos es facilitar a los profesionales, más allá del trabajo por cuenta ajena, poder desarrollar su espíritu emprendedor. En este sentido, debemos apuntar que los ingenieros, por su propia capacitación, son un colectivo creativo y con predisposición identificar oportunidades, diseñar nuevos procesos y ofrecer soluciones innovadoras.

Los ingenieros que trabajan en el sector industrial extremeño encuentran una paradoja entre las buenas expectativas de empleo –incluso, pleno empleo– y las escasas posibilidades de progresar retributivamente. Se demanda, por tanto, un incremento salarial, acorde a las responsabilidades y a semejanza de otros territorios, que sumado a otros factores como la calidad de vida, refuerce la opción por Extremadura tanto para los profesionales que aquí se forman como para atraer talento exterior.