¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?
Cruzando lindes

Los de la calle Paneras…

Remover los obstáculos visuales y adecentar las inmediaciones de la Ciudad Monumental mejoraría la imagen patrimonial, cultural y turística de Cáceres

Gabriel Moreno González

Viernes, 13 de septiembre 2024, 07:58

Cáceres es la gran joya patrimonial de Extremadura. Su Ciudad Monumental atrae a miles de turistas cada año y constituye una de las imágenes identificativas ... e imprescindibles de la región. Junto a una vida cultural más rica y variada de lo que en ocasiones pretenden hacer creer los propios cacereños, aspira a convertirse, justamente, en Capital Europea de la Cultura en 2031. Si lo consiguiera, y esperemos que sí, se lograría un impulso esencial para esta ciudad Patrimonio de la Humanidad y para las potencialidades que aún esconde o atesora.

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Por ello, cuidar de su patrimonio histórico-artístico es fundamental, y así ha venido siendo considerado por las diferentes administraciones involucradas, con un esfuerzo inversor notable en la conservación de los monumentos y en la restauración de elementos tan relevantes como la muralla y sus baluartes o algunos de sus palacios más significativos. Lo que no se entiende es por qué esa preocupación institucional y política no se ha canalizado también en el cuidado de las zonas aledañas a la Ciudad Monumental o de las nimiedades estéticas que oscurecen su belleza. Hace falta en Cáceres, y urgentemente, un plan de embellecimiento integral que aborde todos los detalles, por minúsculos que sean, que afean la imagen del casco viejo.

Sí, tenemos una Plaza Mayor preciosa, monumental y muy fotogénica. Pero nadie entiende por qué en una de sus salidas, la que va hacia la Plaza del Duque («las cuatro esquinas»), aún cuelga de la pared un semáforo, como si todavía aquello fuera un párking o pasaran a diario autobuses y vehículos. Tampoco es de recibo que en toda la ciudad intramuros pululen a diestro y siniestro las más horrendas señales de tráfico que prohíben estacionar, cuando lo más lógico es que la prohibición fuera absoluta en todo el recinto y solo se habilitaran, expresamente, las excepciones. Y qué me dicen de las calles traseras y las que dan acceso a la Plaza Mayor, sumidas desde hace tiempo en la más absoluta degradación visual. Cuando el visitante llega desde Pintores, si tiene la osadía de girar a la izquierda y adentrarse en la «judería nueva», se encontrará una calle más propia de los bajos fondos de Torrente o del Londres victoriano de Jack el Destripador. La de Paneras es una rúa convertida en callejón sucio, maltratado, repleto de grafitis, carteles desfasados y destrozados, sin un mínimo orden ni concierto.

Quien llega por primera vez a Cáceres y entra por el Arco de la Estrella a la parte antigua se queda boquiabierto al tener ante sus ojos una joya tan desconocida. Pero en muchas de sus fotos aparecen detalles que estropean la instantánea, carteles desvencijados, señales caducadas y hasta semáforos inservibles. Remover estos obstáculos visuales y adecentar estéticamente las inmediaciones de la Ciudad Monumental haría mucho por mejorar la imagen patrimonial, cultural y turística de Cáceres. Y además, tengo una buena noticia: sería algo muy, muy barato… Solo hace falta que alguien se preocupe y goce de un mínimo criterio estético.

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